El FC Barcelona dijo adiós a la Champions League en los cuartos de final por tercera temporada consecutiva. En un partido calamitoso, los de Valverde no supieron nucna como frenar a su rivla, mucho más intenso, agresivo y con clarividencia en el juego. Algo tan simple como abrir el campo y centrar balones fue imposible de contrarrestar por los blaugrana.
Di Francesco sorprendió cambiando el sistema y planteando una defensa de tres hombres con la presencia de Juan Jesus en la zaga, dando mucha importancia a los laterales, Florenzi y Kolarov. La Roma hizo mucho daño por las bandas en el Camp Nou y su entrenador acentuó el juego por los costados, con centros a Dzeko y a Schick, que destacan por su poderío físico en el juego aéreo.
Valverde salió con el mismo once de la ida, con un talante conservador que le pasó factura. Tras una primera ocasión fugaz de Sergi Roberto, la Roma se puso pronto por delante en el marcador. Bastó un pase en largo de De Rossi para que Dzeko ganara la partida a Alba y Umtiti y batiera a Ter Stegen.
PRESIÓN AGOBIANTE
El tanto dio aún más fuerza a los capitalinos, que presionaron muy arriba y el Barça pasó auténticas dificultades para sacar la pelota. Los envíos en largo de Piqué eran el único recurso para salir del agobio, si bien ello propiciaba rápidas recuperaciones romanistas, con un De Rossi imperial. Messi vio que el escenario se ponía feo y bajó a su propio campo para dar un punto de apoyo, pero fue insuficiente. Tampoco pudo devolver la calma con dos faltas al borde del área.
En cambio, la Roma llevaba de cabeza al Barça. Schick tuvo dos remates que acariciaron el gol. En el primero saltó más que Ter Stegen y, en el segundo, cabeceó rozando el poste ante la mirada de un desconcertado Umtiti. El asedio siguió con otro testarazo de Dzeko, que tuvo una espléndida respuesta de Ter Stegen. El equipo sufría y llegó con apuros al descanso con solo un gol de desventaja.
PENALTI DE PIQUÉ
El Barça salió en la segunda parte con la idea de salir de la cueva, presionando más arriba, pero una acción puntual puso emoción a la eliminatoria. Piqué agarró de forma clara a Dzeko en el interior del área y el árbitro, a instancias del colegiado de portería, señaló penalti. De Rossi transformó la pena máxima con seguridad.
Tocaba despertar urgentemente y el capitán Iniesta cogió la batuta para bajar las revoluciones al partido. El colegiado perdonó la segunda amarilla en una dura entrada sobre el manchego, mientras la Roma ya no veía necesario apretar tanto ya que solo estaba a un gol de pasar. Con balones colegados le bastaba. Así fue como Nainggolan y De Rossi cabecearon dos balones rozando el tanto.
PARADÓN Y MAZAZO
La Roma creía en la remontada y con El Shaarawy ganó más pólvora. Ter Stegen evitó el tercer gol en un remate a bocajarro del recién entrado, pero ya no pudo hacer más en otro cabezazo franco a la salida de un córner. Manolas se anticipó a Semedo para poner por delante a su equipo en la eliminatoria.
Iniesta ya estaba fuera del campo tras ser sustituido por André Gomes y Valverde puso en liza a Dembélé y Paco Alcácer a la desesperada. Unos recursos estériles. Solo un intento de vaselina del francés en el descuento pudo obrar el milabro, pero el daño estaba hecho.
Fuente: Sport.es
Recopilación: Martin Eraso