El Barco Pirata – Fernando Trullols

El otro día, el Lunes vamos, me acordé de lo bien que me lo pasé, hace cuatro meses o por ahí, en un fiestón que montamos en casa de un amigo. Fue interesante porque nos reunimos gran parte de mis amigos dentro del grupo “movilidad exterior” -como dice nuestro presidente del gobierno haciendo referencia a los emigrantes españoles-. El tema es que al cabo de cuatro segundos, reflexioné bien y se trataba de fin de año. ¡¡FIN DE AÑO!! No me puedo creer que hace ya nueve meses y dieciocho días que entramos en el 2013 -y deberíamos haber empezado a salir, otra vez, de la, atención; “desaceleración económica” (jajajaja, que graciosos, y crueles hijos de puta, son los politics-man)-. Y es que ¿No os pasa que a medida que os hacéis mayores pasa el tiempo, me refiero a los días, los meses, más rápido? No se exactamente a que se debe. Quizás al hecho de ser consciente de tantas cosas; De la realidad, de nuestra esperanza de vida o quizás de estar tan expectante sobre nuestro porvenir, desde el mañana hasta nuestra jubilación -si llegamos vivos algunos-, pasando por casarnos, tener hijos, progresar en nuestro trabajo y demás. La conclusión es la de siempre; Que bonito era ser inocente / ignorante -dependiendo de si lo decimos con cariño o con maldad-. Si; Como cuando mi padre me dijo que me regalaría carbón por navidad… ¡Y ME LO REGALÓ! Lo recuerdo como si fuera ayer. Las lágrimas brotaron de mis ojos como gotas de un grifo mal cerrado. Al primer pestañeo ya me eché a llorar, él se echó a reír con toda la familia y bueno, al rato me acabó dando el “verdadero regalo”… ese del cuál ni me acuerdo. Normal.

Aquel que poco haya escuchado sobre cortometrajes de lo que llevamos de año, por lo menos le sonará El Barco pirata porque sencillamente a arrasado en varios festivales incluyendo los Goya. Entre las cosas que más me ha llamado la atención de esta cinta navideña es su “americanización“. No sería de extrañar que a más de uno la música le recuerde a Poli de guardería (Ivan Reitman, 1990) o su temática a ¡Vaya Santa Claus! (John Pasquín, 1994). De hecho, estoy seguro que si cerráis los ojos al principio del todo reconoceréis a Samuel L. Jackson. O eso pensaréis de primeras al escuchar la portentosa y exitosa voz de Miguel Ángel Jenner. Sin embargo, me he reído como un niño con su buen reparto que encabeza Alberto San Juan, Petra Martinez, Dylan Figueroa  y Antonio de la Torre y Raúl Arévalo -los cuales podremos ver en la reciente bombazo de la taquilla nacional La gran Familia española-. Pero es eso, no me hace del todo gracia premiar en casa y desde el mundo de los cortometrajes que encima no es un mundo comercial, el “estilo americano”; mil millones de veces trillado por las televisiones y el cine. Más aún cuando aquí sobran estilos de gran nivel como venimos demostrando en las antiguas entradas. Pero bueno, solo es un comentario y os prometo que no estoy enfadado, xD.

Por derechos de privacidad no se puede reproducir desde aquí. Pero podréis verlo estupendamente a través del siguiente enlace;

http://vimeo.com/56688764