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El Batman de Tom King 1: 'Yo soy Gotham', con David Finch e Ivan Reis (epílogo)
Publicado el 18 mayo 2017 por DoctorindyNo hay gran cosa que explicar. Me está gustando mucho la etapa actual de Batman a cargo de Tom King (cuya miniserie de la Visión es tan buena que no me atrevo a comentarla) y me apetece hablar un poco de cada arco, cada uno enlazado con el siguiente para formar una sola gran historia en tres partes, con algún interludio en medio. Vamos con la primera parte.
Admito que durante un tiempo estuve un tanto cansado de Batman. Tras unos años de furor total (de 2009 a 2013, seguramente) en los que todo me gustaba porque Batman era lo mejor del mundo, la burbuja estalló y me di cuenta de que estaba atrapado entre los 4 tebeos del personaje que todos recomendamos con insistencia y la etapa de ese momento. Sé que lo de Scott Snyder tiene muchos fans, y no es que esté mal, ojo, pero tuve que abandonar tras los dos primeros arcos y poco más porque entre eso y otras series paralelas, llegó un momento en el que todo me sonaba a Nolan o a Miller, y no podía más. Batman me aburría. Encima no daba con historias antiguas llamativas convenientemente editadas, todo lo que pillaba era flojo, intrascendente o redundante.
Afortunadamente desconecté y dejé que pasara el tiempo, lo cual permitió que saliesen obras de hace años muy interesantes y diferentes a a esas 4 de siempre. Y... leí casi entera la etapa de Grant Morrison, de la que se pueden decir muchas cosas pero por encima de todo que es diferente. Así, poco a poco volví a sentir interés por uno de mis personaje favoritos. Aprendí más sobre él. Le redescubrí. En este escenario, llega la nueva etapa y me da justo lo que necesito, francamente.
Para empezar, los detalles más evidentes, lo que da una primera impresión. La textura, el "feeling". Batman, como casi todos los personajes de DC, ha sido bendecido por la magia de la corriente Renacimiento. Una filosofía en la editorial que no es que esté entregando joya tras joya, pero que hace algo muy necesario: dejarse de poses y recuperar la esencia de estos héroes con franqueza y cercanía. Y estando saturados de un Batman que cuando no se acerca al Castigador se empeña en convertirse en una figura exageradamente ÉPICA y TRASCENDENTAL, es un alivio volver a un Bats que sí, es seco, serio, severo incluso cuando dice algo positivo, y metódico hasta el trastorno, pero que también es ante todo compasivo y sin lugar a dudas un superhéroe. Un Batman con el que uno puede conectar, con dudas y golpes emocionales pero sin renunciar a esa clásica "molonidad" extrema que le permite hacer lo que sea "porque es Batman". Algo, por cierto, que aquí se trata incluso con un puntillo paródico muy divertido que evidencia que es un personaje tan fantasioso como Superman (en un momento dicen, atención, "no es imposible. Es Batman"). El sentido del humor, ya que estamos, está muy presente en el cómic. En concreto se me viene a la mente un momento con Alfred absolutamente delirante e inolvidable.
Ocurre antes del clímax, encima, siendo buena muestra de un necesario equilibrio aquí presente entre la intensidad y la ligereza. Por otro lado, aplaudo que estemos ante una historia breve, de escala reducida sin por ello impedir la épica, que no retuerce y estira el argumento con tal de formar un tocho recopilatorio llamativo en un futuro. Incluso siendo esta la primera entrega de una trilogía, es un arco con principio y final de 5 números más un epílogo que sirve de nexo con la siguiente historia. Sin más, no pretende marcar un antes y un después o hacer que tiemblen los cimientos. Es solo... un cómic de Batman. Me recuerda a la sencillez de los capítulos de la serie animada. Una trama simple y una idea que tratar en profundidad. Es ahí donde el relato resulta sumamente jugoso.
Quizá el estilo de King no sea para todos los gustos. Aquí está más comedido que en el siguiente arco, pero el caso es que no tiene una narración natural, por así decirlo. Carga de significado cada frase y eso hace que las construya de forma peculiar para que transmitan las ideas que quiere, así como las repite numerosas veces en diferentes contextos o cambiando solo palabras clave para ir creando casi un tema musical que evoque la reflexión que quiere plantear. Ya digo, aquí aún estaba bastante controlado. Pero la cuestión es que a mí me funciona de maravilla. Me llega todo lo que me quiere contar de forma clara pero sin machacarlo con discursos al respecto. Tira más por evocar, como decía. En este caso plantea cosas que se seguirán explorando con diferentes matices más adelante, principalmente la relación de Bruce con su propia mortalidad.
De momento, los apuntes de ese concepto que se quieren tratar aquí se introducen ya en un espléndido primer número que es al mismo tiempo una única y explosiva escena de acción, una muestra de ese imprescindible "buah chaval, puto amo el Batman", una premisa fresca para un solo número que yo al menos nunca había visto plantearse, y como apuntaba, un excelente planteamiento de la cuestión a tratar. Porque un avión se va a caer en Gotham. En medio de una plaza llena de gente. Dentro de 6 minutos. Y nadie de la Liga de la Justicia está disponible. Sí, por supuesto que Batman consigue resolver la situación y es la leche, pero... va a morir. De esta misión no hay salida. Finalmente llegó la noche en que Bruce, que al fin y a al cabo es solo un ser humano, no va a sobrevivir. "Alfred, ¿mi madre y mi padre estaría orgullosos? ¿es esta una buena muerte?". Su única preocupación, algo en lo que se profundizará... en el siguiente arco. Porque sí, obviamente se salva, gracias a estos:
Y ahí está la cosa. Al aparecer dos superhéroes del nivel de Superman, Gotham y Gotham Girl, Batman se enfrenta a sus propias limitaciones. He mencionado que el tono no es oscurote e intenso, pero eso no impide que sea una historia bastante trágica y pesimista. Esto no va de que este dúo de supers en realidad es malvado y solo Batman es el indicado para salvar Gotham, "viva Batman, puto amo". No no, Gotham y Gotham Girl acaban siendo víctimas, víctimas de la esperanza que da Batman para superar un caos y un horror que no se pueden superar. La ciudad es implacable. Y tiene a Batman para frenar la maldad que la consume. Pero Batman solo es un hombre con una máscara. No puede con todo. Y además, vale, sobrevivió al avión, pero tardeo temprano llegará algo que lo mate. Después Dick será Batman, y después Damian, seguramente. Siempre habrá un Batman, pero siempre será solo un ser humano. Y eso no es suficiente. La cruzada de Batman no tiene final ni victoria posible. Y eso pasará factura a dos jóvenes con un inmenso potencial.
Pero tampoco es que sea una visión completamente derrotista, porque al fin y al cabo ES Batman, con todo lo heroico y admirable que eso conlleva. Vale, nunca ganará definitivamente y él lo sabe, pero cuando los demás caigan, siempre será él el que esté ahí, resistiendo y arreglando las cosas, dentro de lo humanamente posible. Y sí que ha conseguido cambiar la ciudad, transmitiendo a sus habitantes un espíritu de lucha y valentía con consecuencias palpables.
Batman es Gotham City, para lo bueno y para lo malo. Ese equilibrio agridulce entre lo triste y lo inspirador es la clave del personaje para mí, y no es casualidad que sean dos superhéroes los que irrumpen en esta historia: cada uno representa una vertiente durante el acto final.
No es que King proponga algo revolucionario, es una temática similar a la de 'El Caballero Oscuro', y además se toca el asunto de qué es Gotham, de lo que hace a las personas, y de la identidad compartida entre la ciudad y Batman. Nada especialmente nuevo, pero... lo siento como tal. Como si viese estos asuntos, al personaje y su mundo de una manera que me recuerda porqué me gustan tanto. Aún no he leído la última parte de la trilogía así que es pronto para asegurarlo, pero me da que King intenta recuperar ideas clave e imprescindibles para la identidad del héroe bajo premisas y ópticas frescas y con un estilo propio. Scott Snyder parecía partir de ideas más prometedoras y jugosas pero su rollo me acabó resultando soso y aburrido. Morrison reconstruyó al personaje por completo y lo llevó por nuevos y brillantes caminos... pero es Morrison, así que la mitad del trayecto es incomprensible. King está en el punto justo para mí. Premisas originales, pero con temas con los que uno se siente cómodo. Estilo propio que no te pega en la cara con su discurso, pero que, menos mal, se entiende. Y lo mejor es que carece de la desmedida ambición y, si me lo permitís, pedantería de los dos escritores anteriores del personaje. King no pretende reventarte la cabeza con su increíble, alucinante y definitivo Batman, solo... hacerte disfrutar de Batman. Yo digo SÍ.
No todo es perfecto. El papel de Hugo Strange en esta historia es vital, pero en realidad es un cebo para un crossover entre varias series del mundo Batman. Un crossover bastante mierdoso llamado 'La noche de los Hombres Monstruo' del que os aconsejo huir. Me enfurece, porque King consigue que la trama de Strange parezca interesante... pero luego la resolución, que no está a su cargo, resulta ser una majadería explicada a toda hostia que no aporta NADA. Pero irremediablemente, al repasar el presente arco, uno nota un cabo suelto que no se va a rematar como es debido.
Por otro lado, está David Finch. Dibujante blockbuster donde los haya. Músculos, mandíbulas apretadas, supermodelos... ni me desagrada ni es santo de mi devoción, pero sí le veo un tanto desubicado en una historia como esta. Aunque para ser justos realiza un trabajo claramente correcto, vistoso, y además está algo más sobrio y comedido. Y el color y el entintado, a cargo de Jordie Bellaire y Matt Banning respectivamente, parecen mejorarlo.
Poco más puedo decir sin caer en detalles demasiado específicos. El epílogo se resume en un momento tremendamente emotivo que engrandece a Bruce como pocas veces he visto y que por eso no quiero explicar, para que lo veáis vosotros mismos. Tenéis 'Yo soy Gotham' y el citado epílogo, más la introducción propiciada por la línea Renacimiento, en las 4 primeras entregas de la edición española. Leed y volved en unas semanas para comentar 'Yo soy Suicida'.