Guillermo Fariñas Hernández, el Coco de Santa Clara, de Cuba, “un premio Sajarov”, vive cercano a las víctimas y sus familias, vive donde nunca se olvida el abominable crimen de Barbados cuando perdieron la vida 73 civiles inocentes a manos de asesinos confesos. ¡Nunca se había visto hasta el 6 de octubre de 1976 una acción terrorista más repudiable!
¿Qué pensarán las madres, los padres, los hijos de los mártires de la voladura del avión que fue explotado en las costas de Barbados cuando vean a este supuesto “defensor de derechos humanos” abrazado a quienes planificaron, dirigieron y ejecutaron ese acto?
Le sugiero que no confíe, pues él está volando y puede ser víctima, él también es “negrito cubano” y en su casa tiene a su mamá, en Camajuaní a una pequeña, que nunca perdonarían su pérdida por estar jugando con aquellos que se entretienen con el explosivo C-4.
Este día 6 de octubre, no podrá evitar que le silben los oídos y si no fuera un mercenario, escucharía en silencio el dolor de los que llenos de felicidad venían a su casa y también oiría el lamento de los padres, las madres, los hijos y todas las familias que jamás olvidarán este crimen.
Escribo porque ese día, yo fui como aquel niño de 10 años, que estaba esperando a su padre… amaneció. No llegó. Nunca más lo vio.
Julio Fleites Velázquez
Cuba no olvide el Crimen de Barbados por izquierdainternacionalist