El Bayern Munich volvió a pasar por encima del Barcelona, al que ha ganado esta vez en el Camp Nou por 0-3 para un global de 0-7. El golpe que el equipo bávaro a asestado a los azulgranas en esta eliminatoria de Liga de Campeones ha sido duro, muy duro, tanto que pese a que el Barça va a ganar la liga casi con toda seguridad se puede barruntar un verano muy movidito.
Como decíamos, el Bayern Munich goleaba otra vez al Barcelona en un partido que no tuvo mucha historia. Al saberse que Messi no partía en el 11 inicial se diluyeron las esperanzas de muchos, y al ver la tranquilidad con la que el Barça salía a jugar, se diluyó la de los pocos que todavía quedaban con fe. Y es que hasta el minuto 23 no probó el Barcelona los reflejos de Neuer.
El Barça se fue de Munich sin tirar a puerta, y aunque no puede decirse que no tiró en el Camp Nou, sí hay que señalar que ningún tiro llevó peligro. En cambio, la sensación de peligro era mucho mayor si los de rojo eran los que atacaban, con transiciones rápidas y salidas aún más veloces al contraataque, si bien durante la primera mitad todo se les diluía cuando se acercaban al área o cuando se cruzaba Piqué.
La primera mitad acabó sin goles, y me imagino que ya nadie pensaba en la remontada. Por si quedaba algún iluso, Robben acabó de zanjar la cuestión marcando nada más salir de vestuarios, en una de sus jugadas marca de la casa, esas que sabes telegrafiar pero que los defensas no saben parar. Estaba claro que ya era innecesario tirar de Messi. Incluso Xavi e Iniesta fueron los primeros cambios.
El Barça se entregaba e iba perdiendo el norte poco a poco. La herida se hacía más profunda primero con un autogol de Piqué, que había sido el mejor azulgrana en la primera parte, y luego con un gol de cabeza de Thomas Muller. En ambas ocasiones quedó clara la pasividad de la defensa del Barça. Y porque el Bayern, ya con más perder que ganar, no quiso hacer sangre y evitó torear a su rival para evitar cualquier trance en el que salir perjudicado, bien con tarjetas, bien con lesiones.
Así pues, Alemania derrota a España en este doble enfrentamiento. Tanto Real Madrid como Barcelona han recibido una pequeña lección, especialmente en el tema de la planificación deportiva y la gestión de la plantilla. A medio gas, les vale para ganar sobrados en la debilitada y poco competitiva liga española, pero así, con las estrellas tocadas y sin mucha exigencia física, no les da para ganar a equipos que han demostrado ser netamente superiores en el campo y en el banquillo, y estar mejor preparados.
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