Las últimas noticias apuntan a que la Sra. Merkel sigue firme en su posición, por más que el ministro de finanzas griego de Syriza sea considerado un avezado jugador de póker. La situación helena está próxima al corralito y se lee en los mentideros que el político progresista prefiere la cercanía de Moscú antes que ceder ante Bruselas. No pinta bien el asunto, no pinta bien, quiero decir, para los griegos, que llevan camino de experimentar en su propia carne lo mismo que Alemania del Este durante los largos años de la posguerra; lo cierto es que las políticas sociales y económicas de los países comunistas, última ideología que subyace en Syriza y Podemos por muy transversales que definan sus líderes a las respectivas formaciones, han fracasado estrepitosamente, triunfando la economía de mercado que es el menos malo de los sistemas. El trío gana siempre frente a la pareja, y eso debería saberlo sobradamente nuestro experto jugador de naipes.