El BDS ha fallado.

Ha quedado muy claro que la campaña para boicotear, desinvertir y sancionar a Israel está perdiendo fuerza.

Radiohead, Bon Jovi, Elton John, Neil Young, Madonna y Bryan Adams ya se han presentado aquí o planean venir. Todos estos artistas han rechazado las llamadas de grupos de presión de BDS, dirigidos por Roger Waters, de Pink Floyd, para omitir a Israel en sus giras.

Cuando el cantante Nick Cave estuvo en Israel el mes pasado, realizó una conferencia de prensa en parte para refutar a los partidarios de BDS. “Vine a Israel por dos razones”, dijo Cave.

“Una es porque amo a Israel y a los israelíes”. Dos es adoptar una posición de principios contra cualquiera que intente cerrar, censurar, silenciar o intimidar a los músicos “.

En los campus universitarios de EE . UU., Aunque todavía hay una atmósfera tóxica que hace que muchos estudiantes que son abiertamente pro-Israel se sientan inseguros, Los movimientos palestinos han fallado repetidamente en aprobar resoluciones que obligarían a sus universidades a boicotear a Israel.

Apenas el mes pasado, la asociación de gobierno estudiantil de la Universidad de Maryland rechazó una resolución, presentada por Students for Justice in Palestine, que acusaba a Israel de violaciones de derechos humanos y que pedía a la universidad que se desvincule de una gama de compañías estadounidenses que invierten en Israel. La misma dinámica se ha jugado en otros campus también.

Y aunque los agoreros han advertido durante años que Israel se enfrenta al inminente aislamiento y censura diplomática, militar y económica de sus políticas, esto no ha sucedido. En todo caso, Israel ha logrado cultivar relaciones con una gama más amplia de naciones, no solo en África y América del Sur, sino también en Europa. El mes pasado, Israel recibió Blue Flag, un ejercicio militar conjunto de 11 días que reunió a las fuerzas aéreas de Alemania, Polonia, India, Francia, Italia, Grecia y los EE. UU. Si esto es aislamiento, ¿cómo se ven las relaciones diplomáticas abiertas?

La razón por la cual el movimiento BDS está fallando es que se basa en mentiras y las personas no son estúpidas. Cualquier persona con acceso a Internet puede descubrir fácilmente las muchas inconsistencias y contradicciones internas del movimiento BDS.

¿Por qué un movimiento que afirma defender los derechos humanos y la libertad se alinea con un liderazgo palestino que no solo es corrupto y antidemocrático, sino que está alineado con una forma reaccionaria del Islam? ¿Es Israel el único culpable del conflicto en curso, o los palestinos y las naciones árabes vecinas que sirven como sus patrones también tienen alguna responsabilidad? ¿Los israelíes son realmente solo un grupo de colonialistas blancos, o el pueblo judío tiene un derecho legítimo sobre la Tierra de Israel? ¿Por qué los israelíes parecen estar tan comprometidos con hacer el bien y fomentar la innovación y la creatividad, mientras que muchos enemigos de Israel, incluidos los palestinos, dedican gran parte de su energía y recursos a la destrucción o al enriquecimiento de un pequeño grupo de líderes políticos corruptos?

Estas son solo algunas de las preguntas que haría cualquier persona normal con un poco de conocimiento sobre los acontecimientos actuales en Medio Oriente en respuesta a los reclamos de los defensores de BDS.

Y eso es precisamente lo que está sucediendo en los campus universitarios, entre las comunidades de artistas, en las oficinas gubernamentales y en los medios. Dejados a su suerte y con la libertad de investigar, las personas eventualmente descubrirán mentiras y llegarán a la verdad. Esta es la premisa sobre la cual descansa la libertad de expresión. Permita que las personas, incluso los activistas de BDS, digan lo que quieran libremente y sin censura. Confíe en el público para separar la verdad de la falsedad.

Desafortunadamente, los oponentes excesivamente celosos de BDS han recurrido a métodos con los que no estamos de acuerdo. La Knesset aprobó una ley en marzo que prohíbe la entrada a los extranjeros que piden públicamente boicotear el estado judío o sus asentamientos. En lugar de combatir BDS, la medida proporciona a los activistas anti-Israel municiones, lo que demuestra que Israel tiene algo que ocultar y le teme al discurso libre.

Las personas no deberían ser penalizadas por sus opiniones políticas. La verdad es el mejor remedio contra el movimiento BDS; y como se puede ver por el desfile de artistas y músicos en Israel, esa verdad se está transmitiendo al mundo alto y claro.

Fuente: Arutz Sheva