Marcelo Wio desentraña las miserias morales del discriminatorio movimiento BDS sin dejar títere con cabeza en un excelente articulo:
“La discriminación y el odio han encontrado su ‘justificación’, desde siempre, apoyándose en falacias, adulteraciones y libelos. El llamado “movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones”, contra Israel, no iba a ser menos, siendo su objetivo, a través de la deslegitimación y demonización, la erradicación del Estado judío.
Con ese objetivo en mente, el BDS ha usurpado todas aquellas plataformas internacionales que ha estimado útiles (y vulnerables) para difundir su mensaje de odio, que, como la propia razón de ser del “movimiento”, se funda en una falsedad que, además, banaliza el sufrimiento que padeció la población de color en Sudáfrica durante el régimen de apartheid: segregación racial sancionada por ley. Los ciudadanos de color no podían acceder a los mismos cargos que los blancos; mucho menos, al Parlamento. Algo que no sucede en Israel. Y en Cisjordania, donde la situación es totalmente otra – una ocupación (aunque algunos juristas ni siquiera avalan tal definición para este caso particular; y en algunas zonas, al menos, sería más adecuado hablar de “territorio en disputa”) surgida luego de dos guerras de agresión árabe -, tampoco puede hablarse de apartheid: la propia existencia de la Autoridad Palestina niega tal barbaridad… (continua)”
Fuente (y artículo completo) : El Imparcial