Aunque aún estemos inmersos en plena pandemia global, no es inesperado que muchas de las futuras novelas que podamos leer estén tanto ambientadas como inspiradas en este momento histórico que marcara a toda una generación. Lo admito, no pensé que fuera a leer tan pronto un escrito de tales características. Tampoco, si estaría preparado para ello. Sin embargo, si se presenta la oportunidad de devorar leer una novela de Oyinkan Braithwaite (Mi hermana, asesina en serie) yo salgo encantado de nuevo fuera de mi zona de confort temática y me sumerjo de lleno en lo que la autora nigeriana me quiera contar.
Y así estamos, en los 14 días de confinamiento decretados el 30 de marzo de 2020 por el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari. Sin embargo, Bambi se ve obligado a abandonar el piso donde reside ¿El motivo? Una pelea con su novia ¿La solución? Ir al bungaló de su tío Folu, que esta supuestamente abandonado. Sin embargo, alguien esta viviendo. Concretamente, tres personas: su tía Bidemi, una amante de su tío y un bebé ¿El problema? Ambas mujeres aseguran que el bebé es suyo y cada una tratará de reivindicar por todos los medios su maternidad.
Oyinkan nos hipnotiza de nuevo mediante capítulos cortos (2-3 páginas) en un intrigante misterio por el que pisaremos un terreno conocido por todos: el confinamiento. Un aura noir y de pura desconfianza que circula por el asfixiante hogar que los tres están obligados a compartir. Dentro de esta realidad tan cercana para nosotros, con esa imposibilidad de salir del hogar, el miedo de contraer la enfermedad y una crisis económica tensando el ambiente, las 96 páginas de El bebé es mío son ante todo una reflexión sobre la maternidad y la fidelidad ¿Es la maternidad o la paternidad un asunto sanguíneo, o de crianza?
Alpha Decay publica este entretenido thriller antes de su publicación original (en mayo de 2021, por Atlantic Books) con la traducción de Montse Meneses. Oyinkan, inspirada directamente en la batalla de las dos mujeres durante los juicios del rey Salomón, pero situada en nuestro presente más directo: un Lagos confinado por la COVID-19. Una historia corta de infidelidades, dudas, maternidades y, sobre todo, con un ritmo trepidante que te hará devorar sus páginas de una sentada igual que hizo Mi hermana, asesina en serie.
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