Si tu hijo nació prematuro puede que haya pasado algún tiempo en una unidad de cuidados intensivos de neonatos. Un comienzo tan difícil suele influir en los primeros años de paternidad, pero es importante aceptarlo y controlar los sentimientos.
Tu bebé nació antes de tiempo, por lo que celebrará su primer cumpleaños en una etapa de desarrollo algo menor que los bebés nacidos a las 40 semanas. Por ejemplo, si nació seis semanas antes, sólo tendrá 10 meses y medio en cuanto al desarrollo cuando sople su primera vela.
Una semana es mucho tiempo para un bebé y no está de más quitarle esas semanas de menos a su edad estimada y estado de desarrollo. Céntrate en disfrutar y celebrar cada uno de los pequeños logros de tu hijo.
Las fases del desarrollo de tu hijo serán las mismas que las de cualquier otro niño aunque puede que se alcancen un poco más tarde. La buena noticia es que la mayoría de los niños prematuros "atrapan" a los demás hacia los 2-3 años y se beneficiarán de todos tus ánimos para disfrutar al máximo de su etapa de bebé.
Miedos naturales
Si el bebé fue prematuro es normal sentir miedo. Seguramente habrás hecho frente a muchos desafíos durante los doce primeros meses. A lo mejor no pudiste amamantarlo, ni sujetar o tocar al bebé como te hubiera gustado. Puede que el bebé tuviera problemas respiratorios o alguna enfermedad.
Aunque te hayan dicho que se pondrá al día, te preguntarás si podrá llevar una vida "normal".
Durante los primeros meses tendrás que hacer frente a complicadas emociones como la de sentir que te han robado un nacimiento natural y un tiempo precioso junto a tu recién nacido, las constantes preocupaciones por la salud del bebé, el miedo a su pérdida y muerte.
Expresa tus miedos
Tus sentimientos y opiniones sobre el pasado afectan tu comportamiento presente hacia el bebé, y por tanto tu relación. Es normal sentirse tan contenta por la supervivencia del bebé que seas incapaz de reprenderlo o de controlar su comportamiento cuando sea mayor.
Podría ayudarte el hablar de tus experiencias para que tomes consciencia de cómo afectan el presente. Es buena idea mantener el contacto con otros padres de bebés prematuros ya que se encontrarán con los mismos problemas. Podrás acudir a un especialista en tu centro de salud local.
El vínculo
Algunos padres, tras ver a su bebé tan pequeño y vulnerable durante las primeras semanas de vida, se sienten reacios a tomarlo en brazos o tocarlo, aunque ya sea mayor y más fuerte. A su vez, eso puede significar que tu bebé no se acostumbre a que lo toquen o lo tengan en brazos.
La cercanía física y los abrazos son elementos muy importantes en el desarrollo de un bebé, y una maravillosa manera de reducir su ansiedad y hacerlo sentirse protegido y cuidado. Si los abrazos han estado ausentes, empieza por darle a tu bebé un masaje suave, con mucha calma. Cada bebé tiene sus necesidades y él te indicará qué le gusta y qué no.
El bebé crece
Los primeros doce meses habrán estado dominados por la preocupación por su salud, pero ahora tu bebé es mayor y fuerte y puedes dejarlo jugar y explorar. Céntrate en disfrutar de esos momentos, y no en su salud, para ayudarte a reducir la ansiedad.
Procura no olvidar que aunque tu bebé sea más pequeño y vulnerable que los demás niños, necesita los mismos límites de comportamiento y rutinas para comer y dormir, que el resto de los niños. Este período de transición puede suponer un reto para ti y tu hijo. Otros padres te ayudarán a lograr la perspectiva con respecto a los progresos y problemas "normales".
Únicamente el 15% de las madres de bebés prematuros suelen tener otro bebé prematuro.
Fuente: Tu niño mes a mes