Título: El beso del canguro. Vida de Lázaro y de sus fortunas y adversidades
Autora: Eugenia Rico
Editorial: Suma de letras
Género: novela contemporánea, metaliteratura
Páginas: 200
Publicación: 03/04/2012
ISBN: 9788491290087
No sé si a ti te pasa pero hay veces que empiezas a leer un libro y es como sentirse en casa. Me siento con el Norm de Cheers, cuyo nombre todos coreaban cuando entraba en el local. Un sitio donde te conocen, donde saben lo que te gusta, donde no te van a servir cualquier cosa sino justo lo que estás deseando tomar.
«No soy malo pero creo que he matado a un hombre. Me desperté con su sangre en mis manos, con el sabor de la sangre en mi boca, mi camisa empapada, los ojos cegados. Por la sangre.»
Lázaro, pícaro y esclavo sexual, camarero y camello, recorre el mundo de ama en amo y de cuerpo en cuerpo. Con hambre de amor, entre promiscuidad y ternura, entre hachís, cocaína, constructores, prostitutas, colegialas, mujeres maduras, mafiosos y políticos corruptos, lucha para no ser un maltratador como su padre y para liberarse de la maldición que le persigue: El beso del canguro.
Porque el infierno es un círculo y el cielo una línea recta.
Eugenia Rico nos vuelve a fascinar con esta nueva novela que actualiza y revitaliza el género picaresco de forma magistral. Divertida y filosófica, cruda y sensual pero llena de poesía, disfrutamos dejándonos atrapar en este homenaje al Lazarillo de Tormes que es, a su vez, un homenaje a la Literatura con mayúsculas.
Pues eso me ha pasado a mí con El beso del canguro. Nada más empezar a leerlo, me sentí a gusto en él comprendida y saciada en lo que más me gusta encontrar en un libro: una buena historia contada con un estilo impoluto y personal. Y eso es lo que aporta Eugenia Rico (a quien ya he leído en varias ocasiones) a mi vida: libros que exigen algo más que una lectura rápida y una forma de expresarse llena de matices, pulida hasta sacar brillo a cada palabra, bella pero que, al mismo tiempo, no resulta fría, sino que te llega, te toca.
El beso del canguro nos propone un (para mí) divertido juego metaliterario: buscar las siete diferencias entre el rebautizado Lázaro que lo protagoniza y el Lázaro más famoso de la historia de la Literatura española, el Lazarillo de Tormes. Así, Rico actualiza la fábula y el carácter y realiza una profunda reflexión para descubrir qué haría un pícaro del siglo XXI, qué sería la picaresca cuatro siglos después. Y así moderniza un género que tuvo su momento de auge en el primer tercio delsiglo XVII pero que, después, solo ha tenido algunos guiños para no caer en el olvido.
Rico va jugando con las similitudes y diferencias entre la picaresca clásica y esta picaresca 2.0, ofreciendo al lector un juego que no está directamente relacionado con la trama (se puede seguir el argumento perfectamente sin estar pensando en el Lazarillo) pero que puede llegar a ser muy interesante para él. Al estilo del Ulysses y la Odisea, Rico va tejiendo aproximaciones y distancias para escribir lo que podría ser la nueva picaresca del siglo XXI.
Una picaresca que, obviamente, dadas las características del mundo en el que vivimos, está relacionada con el sexo y las drogas. Así (y sin perder de vista que los dos Lázaros buscan la supervivencia), el del siglo XVI pasaba de amo en amo y sus preocupaciones tenían que ver con el alimento, el cobijo y el dinero; el del siglo XXI es mantenido por un amo y varias amas cuya relación tiene más que ver con el sexo y/o con el amor que con la mera manutención (lo cual, creo, dice mucho de las prioridades del preocupaciones de una y otra sociedad).
En este sentido, la novela también enlaza con la picaresca clásica en el análisis social que se filtra entre sus páginas, en el retrato que hace y la reflexión que propone sobre el tipo de sociedad en el que vivimos, sus preferencias, sus carencias y los asuntos en los que mira para otro lado.
De igual modo, El beso del canguro también se relaciona con aquella picaresca en la elección del narrador en primera persona y el punto autobiográfico que ese narrador que nos cuenta su propia vida supone. De esta manera, la historia nos llega sin tamiz, sin filtro, tan descarnada y directa como solo alguien que ha vivido lo narrado en sus propias carnes puede contar. Y añade, además, la duda sobre si todo lo que se cuenta es verdad, sobre si este Lázaro (como aquel) no estarán exagerando, maquillando, disfrazando o manipulando lo que nos cuentan con una intención determinada.
Sin embargo, el ámbito de "vagabundeo" y los sueños del Lázaro del siglo XXI se ensanchan y se agrandan con respecto al de Tormes. El Lázaro de Rico también anda de acá para allá, recorre España, cambia de dueño y de domicilio... pero, sobre todo, sueña con viajar a Australia, con ver a los canguros con sus propios ojos, con una vida radicalmente diferente a la que le ha tocado vivir.
Pero lo mejor de la obra es que todo este análisis metaliterario que estoy haciendo solo enriquece una lectura que, por sí sola, ya es interesante y maravillosa: El beso del canguro se puede leer sin haber leído el Lazarillo de Tormes, sin buscar conexiones, sin ir más allá de lo que la propia historia cuenta en sí, sin tener en cuenta las inferencia que el lector haga de acuerdo a su bagaje literario y cultural, sus experiencias vitales y su manera de ver el mundo.
Así pues, Rico nos ofrece una novela maravillosa en todos los sentidos, tanto por el argumento de la obra y las reflexiones que propone, como por el estilo y por ese juego metaliterario que supone un extra que muchos lectores sabrán apreciar.
Nos seguimos leyendo.
Agradezco a la autora que me ofreciera un ejemplar para reseñarlo y a la editorial, que me lo enviara.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto 100 libros: 93/100
- Reto Genérico: 36 (2/2 metalitearios)/40