El famoso "beso fraternal socialista" entre Brezhnev (izquierda) y Honecker (derecha)
Lo que los comunistas de Europa denominaban "beso fraternal" era, según el protocolo, la manera en la que dos líderes socialistas debían saludarse: en primer lugar, un gran abrazo, a lo que seguían tres besos en mejillas alternas. En casos excepcionales, y si ambos mandatarios tenían una especial relación de amistad, los besos en las mejillas se podían sustituir por besos en los labios. Es precisamente esta práctica la que llevaron a cabo los líderes comunistas más importantes en la década de los 70, Brezhnev y Honecker, de la URSS y Alemania Oriental. El líder soviético se encontraba de viaje en Alemania del Este para conmemorar los 30 años desde la creación de la RDA (República Democrática Alemana). El beso se produjo, por tanto, en un contexto de igualdad, fraternidad y solidaridad entre los dos Estados, que recientemente habían firmado una serie de acuerdos comerciales beneficiosos para ambos. La imagen trascendió de tal manera que, entre otras repercusiones, una vez caído el muro de Berlín en 1989, el artista ruso Dimitri Vrúbel pintó en mural la famosa fotografía, titulada "Dios mío, ayúdame a sobrevivir a este amor mortal", hoy en día convertido en uno de los puntos más visitados e inmortalizados de la capital alemana.
El mural de Vrúbel en la East Side Gallery de Berlín