Revista Insólito

El bibliómano

Publicado el 06 octubre 2011 por Monpalentina @FFroi
El bibliómano

La noche del 19 de Mayo de 2002 la policía encuentra en el apartamento de Stanislas Grosse, a las afueras de Estrasburgo, mil trescientos libros, procedentes del Monasterio de Santa Odilia. Dicho Monasterio se encuentra en la región francesa de Alsacia y alberga un hotel y un restaurante. La historia no tiene desperdicio y quien nos sirve de fuente en esta ocasión, relatan con gracejo cómo el abad Dosnius, pese a renovar todos los cierres que dan a la solitaria biblioteca, sellar las ventanas y espiar a los trabajadores, no da con el culpable. Hasta que por casualidad, como en la fábula, sonó la flauta un día, cuando a un policía se le ocurrió tirar de las argollas del fondo de un armario y, como en las viejas películas de intriga, apareció como por arte de magia una habitación que nadie conocía.El resto fue cosa de paciencia. La policía colocó una cámara y descubrió cómo un hombre introducía varios libros en una maleta. Se trataba de Stanislass, un profesor de ingeniería mecánica de 32 años, quien luego confesaría de qué forma, al anochecer, escalaba los muros de la Abadía, entraba por el pasillo hacia la cámara secreta y un empujón al fondo de un armario le llevaba hasta la biblioteca, donde pasaba muchas horas a la luz de un candil, echando a suertes los libros que debía llevarse. Una vez en casa, los limpiaba y restauraba, estudiando su correcta ubicación en las estanterías. "Creo que mi pasión me confundió... Sé que parezco egoísta, pero me dolía que los libros estuvieran abandonados... Estaban cubiertos de polvo y excrementos de paloma... ¡Sentí que ya nadie volvería a consultarlos...!
Y concluyen allí con esta máxima:
Le condenaron, claro. ¡¡¡No hay jurisprudencia en asuntos de amor!!! Para leer la historia de otro modo: ovejas eléctricas Página12 Wikipedia guardian.co.uk libros malditos

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