Por rociosalazarp desde Chile
Un torrente de energía fue culpable, según la mejor teoría ever, de lo que hoy llamamos universo, pero si la energía no se crea ni se destruye, ¿quién es el culpable de nuestro propio Big Bang llamado orgasmo?El orgasmo es algo difícil de definir, casi imposible de explicar, pero capaz de crear un universo paralelo en el ser humano, y en el caso femenino, en repetidas oportunidades. Hagamos un ejercicio, recuerda el mejor orgasmo de tu vida (no se olvidan, ¿cierto?) y trata de comparar la energía disipada con alguna energía conocida… Buen recuerdo, ¿eh? Entonces, ¿a qué se parecería esa cantidad? ¿Cuántos kilómetros correrías con esa energía?
Es muy complejo imaginarse que después de un acto físico tan ordinario pueda aparecer tanta energía. Me cuesta creer que un constante mete-saca que “dura lo que dura dura” almacene tal cantidad de julios (joules), hasta horas “de ejercicio” no me cuadran en los cálculos matemáticos. ¿De dónde viene esa energía? Analicemos, 2 cuerpos ejercitándose por algunos minutos almacenan la energía para una explosión (teniendo en cuenta la pérdida correspondiente en el acto mismo), pero la magnitud de la explosión no depende necesariamente del tiempo que se invierta en el almacenamiento de energía… Raro… Se me viene a la cabeza la palabra química -es la explicación a todas las explosiones-, pero de eso no sé mucho. (…) ¿Se han preguntado cuántas termoeléctricas nos ahorraríamos si “donáramos” tal cantidad de energía? Porque es mucha, tanta que es capaz de dejarnos sin pensar por algunos milisegundos.Luego de mucho pensar, de varios documentales, revistas, papers, de libros de física, de metafísica, de anatomía, tantra y cuanta cosa se imaginen (no, en realidad no fue tanto, jajaja), aparecen miles de preguntas sin respuesta… A estas alturas, creo que es mejor disfrutar el experimento empírico (OBVIO) y dejarse de bobadas teóricas, ¿no creen?