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El biligüismo clave para preservar la supervivencia del lenguaje

Publicado el 07 marzo 2011 por Ame1314 @UniversoDoppler

El biligüismo clave para preservar la supervivencia del lenguaje

Científicos españoles están desafiando la idea de que dos lenguas no pueden existir una junta a otra en una sociedad. Sin embargo, aunque los resultados pueden ser una buena noticia para algunos idiomas, aún deja dudas sobre la supervivencia a largo plazo de lenguas aisladas como el galés y el quechua.

Jorge Mira Pérez, quien dirigió la investigación, se interesó en la cuestión de la supervivencia de las lenguas, debido a la situación en su propia región de Galicia, donde la población contiene hablantes de español y el idioma local, el gallego. Trabajando en equipo con sus colegas de la Universidad de Santiago de Compostela, Mira Pérez utilizó un modelo matemático para investigar si estas dos lenguas podrían continuar a conviviendo en los próximos años.

Su enfoque estuvo basado en un estudio anterior realizado en la Universidad de Cornell en los EE.UU., que había modelado una sociedad de dos idiomas al dividir una población fija en dos grupos lingüísticos distintos. En el modelo de Cornell, los oradores eran libres de cambiar de grupos lingüístico impulsados por factores como  incentivos económicos, y la lengua más débil siempre se extingue con el tiempo.

El equipo de Mira Pérez se dio cuenta, sin embargo, que este modelo no tiene en cuenta el bilingüismo y el impacto que esto podría tener sobre la estabilidad de cada idioma. Por tanto, desarrollaron un modelo más avanzado para incluir tres grupos distintos, dos monolingüistas y uno más bilingüista, donde la gente podía cambiar entre los tres grupos.

En el modelo de Mira Pérez, la probabilidad de que cada grupo lingüístico fuera  perdiendo hablantes se relaciona con el “status” de cada lengua, un parámetro que toma en cuenta las ventajas sociales y económicas de ese idioma. También se relaciona con el número de hablantes en cada población, y la similitud de las lenguas en cuestión.

Para poner a prueba frente a una situación del mundo real, los investigadores compararon su modelo con datos históricos sobre el español y el gallego que abarcan desde el siglo XIX  hasta 1975, y encontró que el ajuste fue bastante bueno. Después de variar los parámetros con más de 400 valores diferentes, con el fin de abarcar todas las combinaciones posibles, llegó a la conclusión de que es posible que dos idiomas convivan de forma indefinida.

La clave para sobrevivir es que las dos lenguas deben ser habladas por gente suficiente desde la infancia  y deben ser lo suficientemente similares. “Si los estados de las dos lenguas estaban bien equilibradas, una similitud de alrededor del 40% podría ser suficiente para que los dos idiomas puedan convivir”, dice Mira Pérez. “Si no se equilibran, es necesario un mayor grado de similitud (por encima del 75%)  para que la lengua más débil persista.”

Los resultados son una buena noticia para  idiomas como el gallego y el catalán, hablado en comunidades autónomas en España, que tienen un número relativamente estable de oradores y comparten muchas similitudes con el español, el idioma nacional dominante. Esto podría significar malas noticias sin embargo, para idiomas distintivos como el quechua en América del Sur, que es muy distinto al español y ya está siendo marginado en comunidades rurales.

Mira Pérez reconoce que su modelo se basa en un “ideal” de sociedad con una población estática. No tiene en cuenta muchos otros factores que podrían influir en el equilibrio entre las lenguas, como la migración y el carácter imprevisible de la dinámica social.

Esta es una opinión compartida por David Crystal, experto en lingüística de la Universidad de Bangor y autor del libro La muerte del lenguaje“En este estudio parece haberse  usado una noción pura para definir la similitud entre lenguas, que no es una medida de todos los aspectos, y no se ha adoptado importantes variables sociales a tener en cuenta”, dice. Crystal señala también que ciertos  factores políticos también pueden determinar el destino de una lengua, como en el caso de Gales, que ha visto un resurgimiento en los últimos años, impulsado por dos leyes del lenguaje y un activismo significativo.

Andrea Baronchelli, físico de la Universidad Politécnica de Cataluña que también ha desarrollado un interés en la modelación matemática del lenguaje, está de acuerdo en que la política actúa de mediador en el número de hablantes de una lengua. Pero Baronchelli sostiene que, a pesar de que no haya ninguna pretensión de que los estudios matemáticos de la lengua puedan proporcionar un panorama completo, todavía pueden ofrecer información útil. “La simplificación no es automáticamente un problema. El papel de los modelos como este es experimentar una serie de hipótesis diferentes para mostrar sus consecuencias.”

Mira Pérez dice que ahora le gustaría desarrollar su investigación mediante la aplicación de su modelo a otras parejas de idiomas en diferentes países. Y está particularmente interesado en el caso de Bélgica, cuya población habla francés y holandés, junto con una serie de lenguas minoritarias. “Será fascinante ver cómo idiomas similares como francés y el holandés coexisten a pesar de la situación geográfica y política compleja en Bélgica”, dice.

Esta investigación se describe en un artículo publicado en New Journal of Physics.

Autor: James Dacey

Enlace original: Bilingualism key to the survival of a language

 


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