El Biscione en Castello Sforcesco
No es el primero pero sí el que ha perdurado. El llamado por los italianos “Biscione” es el símbolo de la ciudad de Milán y lo encontraréis por multitud de rincones de la gran urbe. La traducción sería “gran culebra” y también algunos lo llaman “Vípera” (Víbora) o “Bissa“, pero a mí la verdad que siempre me ha parecido un dragón más que una culebra.
El origen de esta seña de identidad milanesa no está muy claro, y como todo lo que no está muy claro, tiene una leyenda. Partamos de la base que el Biscione ha sido durante miles de años la insignia de la noble familia de los Visconti. Así, se cuenta que Ottone Visconti tomó la figura de la culebra del escudo que portaba uno de los árabes a los que mató durante las Cruzadas.
Sea verdad o no, el tema de los árabes tiene su miga. Si os fijáis, el Biscione viene representado por la culebra que se está tragando a un hombre. Según quién te cuente la historia del símbolo, te dirá que es un hombre, que es un niño o que es un musulmán (de ahí la relación con las cruzadas). Lo de que sea un niño es bastante gore la verdad.
Biscione en Castello Sforcesco
El Biscione aparece por toda la ciudad, pero yo lo encontré fácilmente en el Castello Sforzesco. De todas formas, si abrís bien los ojos, no pararéis de verlo por toda Milán. También algunas grandes empresas milanesas han tomado a la culebra como logotipo. El ejemplo más notable es la compañía Alfa Romeo, que ha llevado el símbolo milanés por todo el mundo. También el Club de fútbol Inter de Milán lo ha tomado como propio, y una versión más light es la que usa el Grupo Financiero Finivest, propiedad de Mediaset, que ha cambiado al niño por una flor.
Si venís a Milán, siempre podéis llevaros de recuerdo un llavero con el Biscione clásico.
Biscione allí donde no te imagines que esté – Piazza Mercanti