Black road long and I drove and drove
I came upon a crossroad
The night was hot and black
I see Robert Johnson,
With a ten dollar guitar strapped to his back,
Lookin’ for a tune."
Nick Cave, Higss Boson blues
Abandoné la ciudad
al ver resplandecer al nortelas primeras llamas.
Tras la puerta roja
un predicador muerto o borracho
o ambas cosas
balbucea plegarias borrascosas.
Por el retrovisor atisbo
seres alados deformes
ninfas heridas inflamadas
despedazando despedidas.
La autopista se desgarra
en cataratas
y puentes cercenados
al otro lado del camino,
furibundos aullidos
de estaciones sin nombre.
Un ejército en cámara lenta
se abre paso por el arcén,
autoestopistas estáticos
disecados en algún instante.
Alguien ha vapuleado
las olas del mar
con la furia desnuda e imprecisa
del amante ocasional.
En la radio
Bowie sacraliza nuestra canción
esa que no tuviste tiempo de escuchar.
Y puedo sentir
como otro sueño rebana mi garganta.
En el primer pueblo que hallo
madres arrancadas de cuajo
a su progenie por la fe y las banderas
ofrecen su leche a turistas ensimismados.
Hombres de negocios sucios
y corbatas limpias
merodean por el cuarto de baño
de la gasolinera,
un payaso encierra su gracia
entre papel de estraza.
En la cafetería hoy
tiene lugar una primera cita,
están hechos el uno para el otro;
él lleva una flor muerta en la solapa,
ella afila su cuchillo bajo la mesa.
Prosigo mi camino
abriendo en canal la noche
que restriega su vagina
en el último bostezo del día.
Un árbol mezquino
ensaya sombras con poses
demasiado afectadas.
Mientras aquella cosa
que en algún momento
debió llamarse sol
se desploma de manera hermosa
e irremediable.
Los faros iluminan al hombre
impecablemente escurridizo
sé que él es el único
que conoce en realidad
la clase de persona que soy.