Revista Cultura y Ocio

El blues del hombre muerto. Ray Celestin

Por Mientrasleo @MientrasleoS
El blues del hombre muerto. Ray Celestin
     "Louis Armstrong corrió por el andén cuando se estaba poniendo en marcha el Panama Limited, con su maleta de cartón en una mano y el estuche de su corneta y los billetes en la otra".
     Hace ya un tiempo que leí Jazz para el asesino del hacha, pero fue ver este título en la librería y recordarlo. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El blues del hombre muerto.
      Chicago años veinte, la bebida es ilegal, Al Capone domina la ciudad y el músico Louis Armstrong acaba de llegar. Es en este momento cuando se produce una coincidencia inquietante en la ciudad: grandes líderes de la ciudad a uno y otro lado de la ley son envenenados en un lujoso hotel, un hombre aparece muerto en un callejón y una joven millonaria ha desaparecido. Así será como la agencia Pinkerton se relacione con Russo, fotógrafo para la policía y también el motivo para que Dante, de profesión "reparador" vuelva a las calles de Chicago.
     Si bien es cierto que la novela continúa la acción de la anterior, se puede leer aunque no se conozca absolutamente nada de la historia y, no solo no necesitarlo, sino pensar que estamos ante un  libro independiente. De hecho, habrá una tercera parte ambientada en Nueva York en los años 40 y una cuarta y última que nos trasladará a Los Angeles siguiendo siempre al gran Louis Armstrong. Suponemos que todas ellas marcadas por los crímenes y la música, consiguiendo un dúo equilibrado que aporta un interés extra a la novela negra.
     Si tuviera que ponerme a desgranar esta novela posiblemente necesitaría el doble del espacio que utilizo habitualmente. Y es que El blues del hombre muerto es mucho más que una historia con tres hilos que convergen en un final solvente que pone un buen broche a la historia. La novela, es, en realidad, una maraña de tramas y subtramas que se entrelazan al ritmo de las bandas de hombres negros que tocaban por las noches en una ciudad  marcada por el racismo y las mafias.
Por eso Chicago se alza como la gran protagonista, un protagonista al que nos describen con funerales exagerados en sus calles que se llenan de flores ara alfombrar el camino a la iglesia de un miembro de la mafia, un lugar en el que los blancos ricos buscan la diversión clandestina entre los negros, y también una ciudad en la que los negros luchan por lograr sus sueños aunque sea en una mísera agencia de detectives. O fotografiando crímenes cuando lo que realmente se quiere es ser policía. Así es como todos y cada uno de los personajes que ofrece el autor van aportando su granito de arena para crear el ambiente global; ya sea Capone preocupado por su salud o Armstrong recordando sus orígenes cuando ya paladea el éxito, todos ellos cumplen la función de miembros de la historia y de atrezzo para esta gran ciudad.
     En cuanto a las tramas, tengo que decir que son interesantes y, si bien al principio una nos puede despertar más interés que las otras dos, a medida que los personajes de cada trama se van conociendo, la novela gana en fuerza frente al lector. Y no es porque sorprenda en ningún caso, ya que las pistas son claras, sino por la inteligente mezcla de personajes históricos, momentos ya de sobra conocidos y otros salidos de la mente del autor que consiguen un efecto visual en el que casi podemos escuchar la música de fondo.
     Estamos ante una tetralogía en la que la música es tan importante como los crímenes y la mafia, no en vano durante mucho tiempo estuvieron relacionados. Por eso el autor ha optado por seguir los pasos del gran Armstrong para relatar su historia y, además, utiliza títulos de canciones conocidas para sus libros. De hecho, los aficionados a la música disfrutarán al ver la relación entre el título y las descripciones de la forma de tocar de las orquestas y el ordenado desorden a la hora de interpretar la música. Un poco parecido a los estratos sociales del propio Chicago.
     Me ha gustado El blues del hombre muerto, me ha parecido una novela entretenida que aporta un toque diferente a un género que comienza a estar sobreexplotado. Es entretenida.
     Y a vosotros, ¿os gusta que en las novelas aparezcan personajes que existieron realmente?
      Gracias.

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