Este pino blanco japonés se localiza ahora en el Arboretum Nacional de los Estados Unidos, pero a las 8:15 del 6 de agosto de 1945 estaba en un vivero de Hiroshima a poco más de 3 kilómetros de la zona cero de la explosión. Por suerte, se encontraba junto a un muro que le sirvió de escudo.
El bonsai fue donado, junto con otros 53 ejemplares, por Masaru Yamaki en 1973 en conmemoración del bicentenario de Estados Unidos. Hasta 2001, nadie sabía la edad del árbol. Fueron dos hermanos, nietos de Masaru Yamaki, quienes solo habían oído hablar del árbol a través de historias familiares, quienes informaron de su edad. Este originalmente venía de la isla de Miyayima y databa de 1625. Durante 390 años, alguien estuvo cuidándolo diariamente, vivió guerras y cruzó un océano. Si no hay ningún inconveniente,, seguirá viviendo así cumpliendo un siglo tras otro.
Los bonsais milenarios
Los bonsais centenarios no son tan infrecuentes, pero los milenarios ya son otra historia. En el museo del bonsai de Crespi en San Lorenzo de Parabiago se encuentra el más anciano de ellos, un Ficus retusa de más de 1000 años. Es un ögata-bonsai, es decir, un bonsai de gran tamaño (podría parecer un oxímoron) de 3,1 metros de altura y 2,8 metros de ancho. En Omiya, Japón, en Mansei-en, está un enebro milenario. Hay fuentes que aseguran que este es el bonsai más antiguo del mundo, con 2000 años, pero no resultan muy fiables. Aparte de ellos, no he sido capaz de encontrar ninguna mención a otro bonsai de edad similar. Solo Fudo, ya muerto, pudo haberse igualado a ellos, pero la estimaciones de su edad son poco precisas.Fuente: The Washington Post, Twisted Sifter, Bonsai Empire,