Consumimos más ropa de segunda mano que nunca. La ONG multinacional Humana habla de un aumento del 38% en sus puntos de venta en España en los últimos cinco años. Parte del interés por los objetos usados —un 65%, según Wallapop—, responde a la preocupación creciente por la emergencia climática. Ambas empresas son de las que más resuenan en la compraventa de ropa de segunda mano, pero no las únicas. Un reportaje de la revista Vogue lo narraba en tres actos. En primer lugar, el gasto en prendas nuevas se había desplomado un 79% en abril de 2020, en principio a causa de los estragos de la pandemia, lo que llevó a que las firmas cancelasen pedidos a sus proveedores y se agravaran las dificultades de los trabajadores de la industria textil. Segundo, se estimaba que esto supondría 640 millones de dólares en pérdidas. Por último, una cifra al alza como un rayo de luz en la industria: las 350.000 nuevas búsquedas del término “vintage fashion” por todo el mundo.
Según datos de Wallapop, el 30% de los españoles ha comprado prendas de segunda vida en el último año. Destacan los intercambios entre usuarios gestionados a través de una plataforma digital. Es el caso de Vinted, con 45 millone...
Si quieres seguir leyendo este artículo, suscríbete a EOM. Lo que pasa en el mundo te afecta; comprenderlo es más necesario que nunca.
Nombre de usuario Contraseña Recordar cuenta Recordar contraseñaEl <em>boom</em> de la ropa de segunda mano no cambia el modelo de consumo, solo lo perpetúa fue publicado en El Orden Mundial - EOM.