Hay que ver como se preocupa el rey y qué pena tiene por ver a esta España desarmada y empobrecida. Hoy en una reunión con los grandes gurus políticos del país no ha podido contenerse y ha hablado de hacer muchos sacrificios.
Hay que tener cara. Un individuo que vive del cuento desde que le nombró Franco. Que recibe cerca de ocho millones y medios de euros al año para él y su familia. Naturalmente, aparte casa, coche, y todo lo demás. Porque, ¿quién cree que el rey paga algo? Los ocho millones y medio van a la butxaca, como dirían los catalanes.
Que el señorito quiere un coche, se lo regalan, así mismo el yate, faltaría más. Que su hijo el principito necesita casa, pues ahí está el Estado para darle un palacete, no una casa, un palacete. Que se va de vacaciones, gastos pagados. Y así sucesivamente. Ni tan siquiera esa muleta con intermitente y marcha atrás que tanto le gusta, la ha pagado. Todo regalado.
Una persona así, con esos privilegios, con una agenda prácticamente vacía, con toda la familia colocada, no debería decir gilipolleces. O mejor, debería empezar por dar ejemplo. Podría, ceder sus 8 millones para darle otros usos, por ejemplo para ayudar a los más necesitados. Pero claro, uno de los hombres más ricos del mundo –-¿alguien puede explicarme como se puede tener una fortuna de 1700 millones de euros ganando 8 millones al año? Porque esa fue la fortuna que se asignó Fortune, en 2003. No, no salen las cuentas. La revista Fortune, en 2003, dijo que tenía 1700 millones de euros, siendo el quinto rey más rico (rodeado de reyes absolutistas) y haciendo el número 134 en el ranking de las personas más ricas del planeta— tiene que mantener el tipo.