Revista Opinión

El borracho criminal y traidor General Queipo de Llano

Publicado el 19 enero 2015 por Paco Arenas @voz_republica

El borracho  criminal y traidor  General Queipo de Llano
Fue traidor a la República aliándose junto con otros traidores y criminales generales fascistas para regar las tierras de España de sangre inocente.  Nunca, ni siquiera Franco, que ya es mucho decir, ha habido un criminal mayor en la historia de nuestro país.   Sembró la muerte con su voz de borracho ambos lados del frente.  En el lado que controlaban los fascistas alentando el asesinato, el latrocinio y la violación de derechos, mujeres e incluso de niñas.
 Franco en premio por sus crímenes le nombró marqués, la monarquía franquista, fiel continuadora de aquel Régimen de terror mantuvo el título otorgado, siendo renovando por última vez por el gobierno neofascista de Mariano Rajoy en 2012, de manos de misógino y también neofascista Alberto Ruiz Gallardón en 2012.
Preston en su libro “La forja de un asesino: El general Queipo de Llano.”, le califica de matón y chivato, pero también dice de él que era un ser mediocre y que “lo que le faltaba de intelecto, parecía compensarlo en energía y agresividad".  Violento desde su más tierna infancia sus padres decidieron meterle a sacerdote huyendo del seminario a pedradas contra los sacerdotes.
Resentido hasta el extremo se hizo republicano, rebelándose contra Alfonso XIII, por no haber hecho el pornográfico y también traidor rey, lo suficiente para que subiese en el escalafón. Estaba obsesionado con ser diputado y ejerció de chivato de sus compañeros, los mismos quienes después se uniría a no conseguir convencer a Azaña.
En fechas inmediatas al levantamiento militar, "al mismo tiempo que estaba jurando lealtad a Martínez Barrio, Queipo estaba también en contacto por correspondencia con el general Mola sobre su posible incorporación a la conspiración militar".

Cuando en el 18 de julio, siguiendo sus instintos asesinos redacta un bando de guerra para justificar  el asesinato de hombres mujeres y niños, utilizando para ello la colaboración de otro criminal el capitán de infantería Manuel Díaz Criado, que según el libro de Prestón era : "un gánster degenerado que usó su cargo para saciar su sed de sangre, enriquecerse y lograr placer sexual".
Durante la guerra, después de sus borracheras de aguardiente incitaba a ambos bandos al asesinato y violaciones en masa, aquí un ejemplo:
  “Nuestros valientes legionarios y Regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser hombre. Y, de paso, también a las mujeres. Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen, ¿no han estado jugando al amor libre? Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que forcejeen y pataleen.
“Ya conocerán mi sistema: Por cada uno de orden que caiga, yo mataré a diez extremistas por lo menos, y a los dirigentes que huyan, no crean que se librarán con ello: les sacaré de debajo de la tierra si hace falta, y si están muertos los volveré matar”.
Con su historial de traidor y asesino, no es de extrañar que el criminal y asesino que mandaba le confinase en Roma, eso sí, después de haberle nombrado marqués y mantenerlo a cuerpo de rey en la ciudad eterna.
Bailando sobre la tumba del criminal y traidor  General Queipo de Llano





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