● Título: El bosque de los corazones dormidos
● Autora: Esther Sanz
● Serie: El bosque #1 (de 3)
● Publicación: Octubre 2011
● Editorial: Montena
● Páginas: 336
● Precio: 14’96 €
La novela me llamó la atención desde el principio y prometía, así que me hice con ella y la devoré, aunque quedé algo desencantada. Cumple con unos mínimos, pero no me ha parecido nada del otro mundo. Eh, pero la mayoría parece haber quedado encantada con el libro, no olvidéis que la mía es sólo una opinión más entre muchas otras (tal vez yo sea un bicho raro).
La verdad es que el libro empieza más o menos bien; la autora nos introduce en la historia sin prisas y se nos presenta un misterio que va creciendo cada vez más, pero a la hora de desvelar las cuestiones más importantes sentí que la obra en general perdía muchos puntos. Empecé a encontrarla cada vez más surrealista, y las explicaciones empezaron a dejar de convencerme y a resultarme demasiado rebuscadas (y peliculeras, en algún que otro caso). Es cierto que esos toques tan diferentes hacen que la novela destaque sobre muchas otras del género, pero para mí no ha sido suficiente.
Los dos factores principales de la trama son la intriga y el romance. En cuanto al primero, debo decir que aunque cumple con su cometido al principio (incita a seguir leyendo), con el paso de las páginas pierde fuelle porque las soluciones al misterio no acaban de cuajar (en mi mente, al menos) y el final resulta un tanto peliculero para mi gusto. Un final que, dentro de lo cerrado que es, deja una puerta abierta a la segunda parte (que seguramente no leeré).
Si hablamos del romance, lo cierto es que no encontramos mucho nuevo, es más de lo mismo: un romance (paranormal) algo trillado y clichés que hemos visto cientos de veces en la romántica juvenil. El hecho de que el amor aparezca de la nada es algo a lo que parecen tenernos muy acostumbrados hoy en día, y no me gusta nada. Lo único bueno que puedo decir sobre el romance es que no es edulcorado y la autora habla sin tapujos de la sexualidad de los protagonistas, cosa que se agradece.
Ya ha quedado bastante claro que el libro no está ni de lejos entre mis favoritos, pero también hay que mencionar sus cosas buenas. La ambientación es una delicia, eso tenedlo claro, y las referencias a Bécquer (que no son pocas) hicieron que me empeñara en seguir leyendo hasta el final.
Tengo muy claro que el conjunto en general ha cojeado mucho por varias razones, y si ha aprobado (por llamarlo de alguna manera) ha sido sobretodo por la narración de Esther. A algunos les gustará más su estilo, a otros menos, y a mí me ha encantado. Pese a que no me ha gustado demasiado el libro, lo cierto es que su pluma me ha parecido maravillosa, por lo que no descarto volver a leer algo suyo lejos de esta trilogía.
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