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1- Según el médico consultado, Cilia se habría sometido a un lipofilling, un método muy de moda en Estados Unidos que consiste en extraer la grasa de una pequeña liposucción e inyectarla en la cara tras depurarla. El precio de esta intervención varía según las características de cada paciente, pero suele rondar entre los 2.500 y 4.000 dólares.
2- Se ha rellenado los pómulos con algún producto de medicina estética como hidroxiapatitacálcia o ácido hialurónico. Asimismo, y siempre según el experto, lleva bótox en la frente, labios y en las patas de gallo para luchar contra esas pequeñas arrugas que van apareciendo con el paso de los años. También cree que es posible que le hayan aplicado bótox en las bandas del cuello para reafirmarlo.
3- Se sometió a un minilifting para estirar un poco la parte de cuello y mandíbula, aunque con pocos resultados.
4- lucía una melena mal cuidada, reseca y marchita color castaño oscuro, un peinado que tenía entonces la avejentaba mucho. Fue modificando su pelo. Primero empezó por el tinte, escogiendo un tono caoba- rojizo poco acertado, después modificó su peinado, alisándolo y dejándolo crecer.
Vestuario
Cilia ha cambiado una y otra vez su styling y continúa sin encontrar algo que le satisfaga plenamente: pasa de un lado al otro, seguramente por sus numerosos viajes se ha encontrado con famosas tiendas en donde ha adquirido varios modelos sin éxito, no debe contar con ninguna asesoría de imágen, pero debido a su afanosa vida en la que hoy se encuentra, muy pocas veces se le ha visto con un atuendo adecuado, por el contrario, comete muchísimos errores para el protocolo que exige ser la esposa de un presidente. Styling poco acertado aún utilizado para su viaje en avión, poco protocolario porque será recibida por autoridades de los países que visita representando a Venezuela
Aquí acierta ya que por protocolo, luce acorde a la otra primera dama, pero sus zapatos dañaron el atuendo, escoge bien su bolso. Cilia dispone de una chequera libre, pero carece de glamour y no ha buscado alguna asesoría, simplemente compra por comprar en los mejores lugares del mundo y rara vez ha tenido éxito en acertar, el dinero de los venezolanos ha ido a parar en extravagancias que simplemente bajan su imágen, joyas, gafas, bolsos, pieles que resultan innecesarios para alguien que desconoce todo tipo de protocolo.