Los que crecieron viendo los Picapiedras recordarán las famosas costillas de brontosaurio. Con ese tamaño estaba claro que comerlo no era bueno, pero como pasa con lo que no es bueno, seguro que estaba riquísimo. Y aunque sabíamos que ningún humano pudo encontrarse con un dinosaurio o resto comestible suyo, al menos nos quedaba la certeza de que el brontosaurio existía. Desgraciadamente, a poco que investigáramos nos encontrábamos que no se llamaba brontosaurio, sino el insulso nombre de Apatosaurus, que casualmente significa "lagarto engañoso" (su origen tiene otra causa diferente).
Lo extraño del asunto es que podría ser que el brontosaurio sí existiera como un dinosaurio diferenciado, pero para explicar eso, es necesario un breve resumen de su historia.
Como pasa con muchos asuntos en este tema, su origen se remonta a la guerra de los huesos. No se trata de una época prehistórica de conflicto sino al XIX, la época dorada del descubrimiento de fósiles. Mediante métodos deshonestos, Edward Drinker Cope y Othniel Charles Marsh consiguieron descubrir, robar y destruir cientos de fósiles. Durante esta época se descubren gran cantidad de dinosaurios. Entre ellos, muchos conocidos por el gran público como el Triceratops, el Stegosaurus o el Diplodocus. Entre ellos estaba tanto el Brontosaurus como el Apatosaurus. Debido a su interés por superarse en el número de descubrimientos, solían descuidar sus descripciones.
Entre aquellos trabajos que necesitaron revisarse en el futuro estaba la descripción del brontosaurio. En 1903 se dieron cuenta que este parecía un cruce entre Brontosaurus y Apatosaurus, ambos descubiertos por Marsh con dos años de diferencia. Por lo tanto, acordaron considerarlas diferentes especies de un mismo género: Apatosaurus. Aunque el Brontosaurus tenía una mejor y más conocida descripción original, causa de que este nombre fuera más popular, la norma existente indicaba que debía prevalecer el primer nombre que se le dio. A partir de ahí, el brontosaurio solo sobrevivió en las pantallas: El mundo perdido de 1925, King Kong de 1933, o incluso con Piecito son unos cuantos ejemplos.
Pero ahora, investigadores de Reino Unido y Portugal, en una revisión filogenética de diplodócidos, indican que el número de diferencias entre el Apatosaurus y Brontosaurus son suficientes para considerarlos dos géneros distintos. Si las pruebas son aceptadas, puede que tengamos que aceptar de vuelta ya no tan mítico brontosaurio.
Fuente: vocativ