¿Está utilizándose el nuevo “brote” de gripe en Venezuela como estrategia de marketing del miedo? No lo sé pero me lo pregunto porque parece que hay interés en generar pánico en la población con este asunto. Las noticias han aparecido estos últimos días en los medios de comunicación de todo el mundo. En Venezuela han muerto al menos 17 personas por el virus H1N1, el de la gripe A, la pandemia aquella de 2009 que no llegó a ser tal. También han sido infectadas otras 250.
Expuestos uno a uno los casos de fallecidos resultan terroríficos, como ya sucedió en aquella época. Sin embargo, pese al dramatismo de los hechos, en países vecinos del venezolano como Brasil han ocurrido 61 defunciones por la misma causa y en Colombia 4. Son cifras pues que pueden considerarse “normales”.
Ante noticias como esta lo sensato es la prudencia y apostar por medidas preventivas. Ocurre, como en tantas ocasiones, que se acude a la vacuna de la gripe como medida salvífica. Se olvida que desde que pasó o mejor escrito NO ocurrió la anunciada, de manera interesada, pandemia de gripe A de 2009-2010, se han publicado varias revisiones científicas sistemáticas sobre la efectividad de las vacunas de la gripe que dejan a estas en muy mal lugar.
Estos son medicamentos de muy baja efectividad, según una de las “biblias” de la evidencia científica la Biblioteca Cochrane. Y esta no es la única de las verdades que no interesa escuchar sobre la vacuna de la gripe. Otra de las “biblias” de la medicina científica, el British Medical Journal (BMJ), publicación de la asociación de médicos británicos, ha difundido que dicho fármaco causó narcolepsia en los niños vacunados durante la inexistente pandemia de gripe A.
También se ha publicado que una de las marcas de vacunas contra la gripe utilizadas por entonces, Pandemrix, del laboratorio GlaxoSmithKline, puede dañar el sistema inmuntario. No son muchos mejores antivirales como Tamiflu, que recordaréis que fue el más vendido durante la “pandemia” de gripe A y ya había ocurrido lo mismo con la otra pandemia inexistente, la de gripe aviar de 2005. No hay que olvidar los “efectos colaterales” de la pandemias de pánico como el denominado Síndrome postvacunal frente a gripe A.
Se cuestiona la baja eficacia de Tamiflu y su seguridad. El laboratorio fabricante, Roche, no ofrece todos los datos de los ensayos clínicos que hubo de hacer antes de su comercialización y por ello BMJ ha pedido su retirada del mercado. De nuevo, las revisiones Cochrane han sido fundamentales para ello.
Han de cuidarse mucho en Venezuela de los miedos infundados y de las “soluciones” que se venden para posibles “pandemias”. Prudencia, sensatez y calma. Análisis de las cifras reales de muertes y contagios y su comparación con otros periodos griposos, así supimos que la de la gripe A era una pandemia falsa; el total de afectados fue mucho más bajo que los habituales. Ni siquiera la suerte jugó a favor del marketing del miedo.
Lo que ocurre en Venezuela es puro “ruido”, cierto pero irrelevante. Hay interés en que todos los días salga “la gripe” en cualquiera de sus variantes en los medios de comunicación. Es la campaña de vacunación anual (que dura el año entero para meter miedo, para asustar). En Venezuela y en sus alrededores tienen gripe, esperable.