El bu crea el hombre, por Yoshimitsu Katsuse
Cuando se habla del objetivo de la práctica del Budo, este puede variar en cada individuo. En lo que a mí me concierne, llego siempre a la misma conclusión final, que es para perfeccionarme a mí mismo.
En general, el objetivo se conoce antes de iniar la práctica. No obstante, en mi caso, lo he descubierto sólo después de haber debutado.
El padre fundador de la escuela SUI O RYU Mitsuma Yoichizaemon Kagenobu ha transmitido a través del tiempo las enseñanzas siguientes:
"La via de mi sable es la vía de las plegarias de la montaña Shinto. Yo corto los sentimientos antagonistas de mis enemigos cuando la hoja de mi sable se encuentra aún en la funda; reduzco a la inmovilidad a mi enemigo y lo intimido sin desenvainar mi sable. Esta es la quintaesencia de la Escuela: la actitud de no perder. Durante el combate, desligarse del desenlace, mantenerse puro en el pensamiento y en unión con los dioses"Desenvainar el sable con la intención de combatir y de cortar al otro sirve para progresar en el camino de los dioses. El objetivo básico del fundador fue la armonía con el enemigo, antes que el temor de su encuentro. Dado que combatió con generosidad a sus numerosos adversarios, muchos volvieron a él para recibir sus enseñanzas.En general, pocas personas de las últimas generaciones pueden apreciar el significado de la enseñanza del fundador por medio de una primera experiencia. Sólo aquellos que resisten un entrenamiento agotador más allá de lo imaginable, pueden comenzar a penetrar en la enseñanza, incluso conseguir la quintaesencia de la Escuela. He dicho al principio que el objetivo de perfeccionarse uno mismo es una idea extremadamente difícil de comprender. Cuando se informa del contenido cualitativo y cuantitativo del entrenamiento de la jornada, cualquiera puede pensar vivamente que es un objetivo imposible. De hecho, es exactamente por esta razón que me doy este objetivo; por que es inalcanzable.Los aspectos cuantitativos y culitativos del aprendizaje cambian en función de las épocas. ¿Qué comprenden nuestros contemporáneos, que viven en tiempos de paz, del violento Budo de la época de las guerras civiles, y qué ven en él?. Es extremadamente difícil para el hombre moderno comprender la naturaleza del Samurai que se entrenaba diariamente para mejorar su habilidad, dedicando toda su vida a ese arduo trabajo. Es por lo que debo volver a los valores del pasado y esforzarme en seguir ese difícil camino. Evidentemente, es una empresa de gran dificultad. Los estudios del Budo que intentan definir unos métodos modernos, a fin de simplificar su comprensión, sólo sirven para degradar a los que les precedieron. Finalmente, la forma verdadera del Budo está en intentar conseguir lo que es dificil. De manera subyacente, esto tiene el objetivo de facilitar la eficacia en todos sus aspectos. Dicho esto, es casi imposible obligar a alguien a un aprendizaja tan colosal.Yo sólo me entreno imaginándome frente a un adversario. En un combate normal, no es fácil juzgar los movimientos del adversario o de sus armas. Cuando practicamos los kata, realizamos una serie de movimientos preestablecidos que no pueden ser aplicados e un combate real. Eso es particularmente evidente cuando uno se enfrenta a un adversario que lucha por su vida. En tal situación, nadie puede enfrentarse con nadie con lo aprendido con la limitada práctica de los kata. De esta manera, la cantidad de movimientos que nuestro cuerpo aprende y la variedad del Waza adquiridos a través de la práctica se convierten en muy importantes. Se puede decir que estos movimientos y Waza serían lo que nos protegerían si fuéramos obligados a enfrentarnos, al girar una esquina, con una agresión mortal. Más tarde, una vez adquiridos estos Waza, empezaremos a sentir y a conocer su carácter mortal y su terror. Solamente llegados a este punto, empezaremos a aprender como "vencer sin combatir" y a "evitar los conflictos con los demás". Los conflictos estúpidos hieren a los otros y, finalmente, a uno mismo. El objetivo y la responsabilidad del Samurai es el control personal, a fin de evitar herir a los demás y a sí mismo.De todas forma, no descuido el entrenamiento en solitario. El dominio del kata nos lleva a apreciar su belleza y su dinámica. Creo que es esta belleza la que penetra en nuestro interior y nos eleva. Esos movimientos naturales, vacíos de toda pretensión y de orgullo, son los que contienen el mayor grado de pureza, fuerza y belleza. Esta, creo yo, es la imagen tradicional del Samurai.Estoy fuertemente atraído por estas imágenes del Samurai tradicional y de su espíritu. Son estas las que intento obstinadamente adquirir a través de mi búsqueda en el Budo tradicional. El vigor del Samurai de la época de la guerra civil, que jugaba con su destino y que ponía su vida en juego desañando a un enemigo, fue sin ninguna duda, sublime