Revista Comunicación

El buen periodismo

Publicado el 30 junio 2010 por Protestantes @periodistadigit

Una de las lecciones de la comunicación es que cuando hablamos queriendo convencer de una idea tenemos que pensar en quienes no están cien por cien seguros de lo que piensan, siempre sin olvidar que no se puede traicionar la ideología que defendemos, pero centrando la atención en el razonamiento con quienes dudan.

El buen periodismo

Esto se aplica, por ejemplo, a las campañas electorales, pero puede serlo a cualquier ámbito de la vida.
Por lo mismo, hay tres circunstancias contrarias a esta idea. La primera, jalear a los convencidos, es decir, enfervorizar a quienes piensan como nosotros. Esto es correcto a nivel interno (esas escenas en la que el jefe arenga a las tropas para la batalla) pero innecesario y perjudicial en la relación con quienes no piensan como nosotros.
La segunda es intentar convencer a los totalmente convencidos de lo contrario. No se trata de desistir, pero sí de no gastar demasiadas energías salvo las necesarias para dejar clara nuestra postura.
La tercera circunstancia errónea es negar aspectos básicos de lo que pensamos para congraciarnos con quienes nos oyen. Hay que saber presentar adecuadamente lo que pensamos, pero no negarlo. Podremos engañar a quienes nos escuchan, pero nos descubrirán a la larga. Y además, tendremos el rechazo de quienes forman parte de nuestra ideología.
Todo esto parece complejo, pero al final es sencillo. Decir la verdad y sólo la verdad de lo que creemos y pensamos; y a la vez ser sabios para hacernos entender en la mentalidad de quienes nos oyen. O nos leen.
Y en ellos estamos, querido lector o lectora. Aprendiendo y a la vez con un trecho de camino realizado y mucho por recorrer.
Dicho todo esto, creemos que un ejemplo de periodismo serio, íntegro, profesional, y que sabe aplicar todo lo que hemos dicho, es el realizado por Ignacio Cembrero, periodista de El País que está tratando la situación en Marruecos de una forma ejemplar en este diario desde hace tiempo.
Sabe decir la verdad –a veces desgarradora-, poner los puntos sobre las íes y el dedo en la llaga sin tener que recurrir a tópicos o exabruptos, y en definitiva denunciar desde la objetividad, con toda la contundencia pero a la vez con un claro respeto, a las autoridades de Marruecos y quienes les apoyan de manera activa o pasiva. En este último capítulo, añadimos nosotros, está pidiendo lugar el Ministerio de Asuntos Exteriores español, que debería tomar ejemplo del de Estados Unidos a pesar de las enormes diferencias de fuerza. Pero no debería haber diferencias en las actitudes.
Ignacio Cembrero es un ejemplo en el que nos miramos para efectuar un periodismo digno, serio y creíble que además es útil para defender lo justo y lo correcto.
¿Un ejemplo? La última noticia: "Ha sido el fin de semana más triste de mi vida". La barcelonesa Sara Domene, profesora de castellano, fue expulsada hoy por Marruecos por ser evangélica

 

Redacción es la Dirección de Protestante Digital


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