Revista Salud y Bienestar

El buenismo sanitario

Por Doctorcasado
El buenismo sanitario
La atención primaria española tiene fortalezas y debilidades. De las fortalezas no hablaré hoy, empezaré a reflexionar por la que creemos es la principal debilidad: la sobrecarga.
No es fácil definir qué es sobrecarga para un médico de familia pero para entendernos sería o bien una consulta con más de 40 pacientes con 2-3 motivos de consulta cada uno o una con menos pacientes pero de más complejidad.
Cuando se pasa una consulta sobrecargada el médico suele poner un chip mental de supervivencia. Hay que ir muy rápido. Si el tiempo por paciente baja a 4-5 minutos (recuerden que en Europa va de 15 a 30 minutos por visita) no ha lugar la anamensis completa ni la exploración rigurosa, tampoco la reflexión del caso. Esto hace que las consultas más cortas suelan asociarse con más intervencionismo. El paciente saldrá del cetnro de salud con más pruebas diagnósticas y tratamientos.
Por otro lado si un paciente solicita una prueba o tratamiento inadecuado se necesitará mucho tiempo para explicar por qué. Cuando este tiempo no existe lo normal es ser condescendiente. Este buenismo sanitario es peligrosísimo. Al profesional le ahorra un tiempo que no tiene pero al paciente le carga con efectos indeseables y problemas (sobrediagnóstico y sobretratamiento). También encarece la asistencia de una manera poco eficiente que nos hace perder a todos.
Los profesionales sanitarios tenemos la obligación de decir NO cuando eso es lo correcto. Pero, como todos sabemos, suele ser más sencillo afirmar y conceder que negar. Esto también podemos aplicarlo a los políticos. Decir no a un tratamiento novedoso no es sencillo cuando tienes a una asociación de pacientes y a un lobby farmacéutico poniendo a la opinión pública  a su favor. Decir que no a los ciudadanos que abusan del sistema sanitario tampoco es sencillo por semejantes causas y abusos creanme que los hay (los que van a una urgencia hospitalaria con un problema banal, los hiperfrecuentadores, los que piden bajas y justificantes improcedentes, etc..). No me extenderé, ustedes ya me entienden.
Como pasa con la educación de los niños, el buenismo pasa factura. Los padres y madres buenistas lo saben, caen presa de un pequeño ser que terminará extorsionándolos y convirtiéndolos en progenitores escoba. En sanidad pasa igual. Lo malo es que nuestros clientes llevan años recibiendo buenismo a espuertas. Es por esta razón por la que considero el buenismo sanitario uno de los principales factores que ha corrompido el sistema. Ahora a ver quién es el valiente que pone el cascabel al gato. 


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