Ariel El Burrito Ortega siempre fue un futbolista diferente. Argentina, siempre ha sido una tierra prolífica para sacar grandes y no tan grandes jugadores de fútbol que se marcharon para Europa en busca de una fortuna mejor. Sin embargo, no todos consiguen alcanzar en el viejo continente la repercusión y el nivel que si tienen en su país. Ese podría ser el caso de Ariel El Burrito Ortega, un jugador diferente, de otra pasta cuyo paso por Europa fue del todo discreto pero que hizo diabluras con la camiseta de River.
Un paso fugaz por La Liga española con la camiseta del Valencia
En la Liga española, lo recordamos por su fugaz paso por el Valencia en 1997 que lo firmó por la nada despreciable cantidad de 1300 millones de las viejas pesetas. Nunca llegó a cuajar en Mestalla y su fútbol no caló entre la hinchada valencianista, por lo menos no lo suficiente por lo que había costado su traspaso. También estuvo en la Serie A italiana vistiendo la camiseta de Sampdoria y Parma. En Argentina sin embargo jugó en Newell´s, All Boys, Defensores de Belgrano y en tres etapas diferentes en River Plate.
Nacido un 4 de marzo de 1974, Ortega jugó en varios Mundiales con Argentina debutando en el de USA 1994 con 20 años y sustituyendo nada más y nada menos que a Diego Armando Maradona que decía adiós a aquella cita por la puerta de atrás por su escándalo de dopaje. Con el 10 de River, dejó grandes momentos sobretodo en su primera etapa en los 90.
Ídolo eterno de River Plate
Apodado el “Burrito” según dicen en honor a su padre, apodado el “Burro” cuando jugaba al fútbol, su fuerte carácter y su adicción al alcohol le causaron serios problemas dentro y fuera del campo. En su etapa en el Fenerbahçe turco la lió a lo grande volviendo a Argentina sin terminar contrato. Fue denunciado y sancionado por FIFA a 4 meses por tal acción.
Maestro de la “gambeta” como dicen por tierras argentinas, fue uno de esos jugadores que aportaron algo diferente, uno de esos que aportaba algo nuevo cada vez que contactaba con la pelota. Se retiró en 2012, ya en completo ocaso entre situaciones raras como desapariciones sin motivo debido a sus adicciones pero su fútbol, quedará en la memoria de muchos, sobretodo para los hinchas del Monumental.