“Las creencias erróneas son el caballo de Troya del que se sirve el miedo para entrar dentro de ti” (Jose Antonio Marina en “Anatomía del miedo”)
Dentro de nosotros hay muchas creencias inculcadas desde la infancia que nos limitan constantemente. La consecuencia principal es no poder hacer realidad nuestros sueños.
Las creencias erróneas
Sin esas creencias erróneas no habría cabida para el miedo de intentar conseguir nuestros objetivos, pero la cuestión es que sí están. Entonces no queda otro remedio que afrontar esas creencias limitantes y ver hasta qué punto tienen fundamento o por el contrario, rechazar su validez. Incluso se puede dar un paso más, y sustituir esas creencias erróneas por otros pensamientos más constructivos, con el fin de que nos sirvan para alcanzar nuestras metas.
Pocos pueden presumir de superar sus miedos en una sociedad que cultiva el miedo como forma de controlar los comportamientos de las personas. Desde la infancia y la educación, esto ha sido así, y los medios de comunicación y gobernantes utilizan el arma del miedo para conseguir cosas de las personas. Por supuesto, somos libres de hacerles caso o no, pero a veces necesitamos que algo o alguien nos “despierte” y nos ayude a tomar conciencia de que las cosas pueden ser diferentes. Es por ello que muchas personas acuden a un coach para descubrir otras opciones que quizá no son capaces de ver por sí solos.
El primer paso es siempre detectar las creencias erróneas que están obstaculizando que logremos lo que deseamos. Si no logramos avanzar cuando tenemos un proyecto que llevar a cabo, es hora de replantearse qué está fallando. Un no avance es al final un retroceso, por lo que conviene ponerle remedio antes de sea demasiado tarde. De esta manera tratamos de ver qué “trampas” nos están inmovilizando y buscamos la forma de salir de ellas para seguir adelante.
Las dudas y los miedos
La duda es uno de nuestros peores enemigos para alcanzar nuestros sueños, ya que tiñen de oscuridad la posibilidad de tener éxito. La duda nos paraliza y nos crea la sensación de que no es posible lograr nuestros objetivos. Las dudas que tenemos a través de creencias erróneas hacen fácil que el miedo se instale dentro de nosotros y que desistamos de nuestros sueños:
“Nuestras dudas son traidoras, porque nos hacen perder aquello que pudimos ganar, por miedo a intentarlo.” – William Shakespeare
El peor de los fracasos es, sin lugar a dudas, el fracaso de no haberlo intentado. El arrepentimiento de no intentar hacer algo para lo que nos creemos destinados por nuestra vocación o pasión es realmente duro, ya que no tiene solución. Por lo tanto, bien merece la pena tomar algunos riesgos en nuestra vida, siempre que sea posible moderados y con cierto control o planificación.
Asumir riesgos es para las personas valientes, pero la buena noticia es que todos podemos aprender a ser valientes. Y quiero señalar que valiente no es el que no tiene miedo, sino el que es capaz de sopreponerse al miedo y seguir avanzando. Es lo contrario de lo que piensan y dicen muchos, que tienen la creencia errónea que ser valiente es no tener miedo.
Muchos ocultan sus miedos, y esa es la peor postura que se puede tener, ya que evita que se les pueda hacer frente. Muchas, muchísimas personas, enmascaran sus miedos aparentando ser felices de cara a los demás, y creen así su propia mentira. Su error pasa factura antes o después, cuando pasado el tiempo se dan cuenta que no han intentado aquello por lo que merecía la pena vivir. En algún momento olvidaron que asumir algún riesgo para luchar por lo que deseaban podía tener su compensación, y que la vida es cambio y aprendizaje, por lo que su inmovilismo y miedo no les permitió vivir con plenitud.
¿Deseas vivir una vida con plenitud o con temor, bajo el dominio del “Caballo de Troya del Miedo”? ¿Estás dispuesto/a a asumir el precio que supone crecer y aprender?
Más información|Vence tus miedos-TuCoach
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