Estaréis de acuerdo en que los cabeceros de capitoné nunca han pasado de moda, a pesar de tener siglos de antigüedad.
Capitoné proviene del verbo francés capitonner, que significa acolchar. En el capitoné, en el respaldo, el asiento y en los brazos de los muebles, el relleno del tapizado se sujeta con botones formando rombos, en las fotos podéis ver el cabecero de la cama si no os queda claro.
Efectivamente, aunque la técnica tiene siglos de antigüedad, en la Francia del siglo XVIII se usaba sobre muebles de maderas nobles de estilo rococó en terciopelos y sedas, pero ahora todo es mucho más sencillo, ligero y minimalista, así que la técnica ha perdurado, aunque los materiales son diferentes.
En las fotos podéis ver un capitoné hecho sobre un tablero muy humilde, de aglomerado seguramente, con un poco de relleno sintético y una tela que parece lino o algodón beige.
Un cabecero así siempre ayuda a vestir una cama y una habitación, puede ser una pieza independiente colgada en la pared o formar parte de la estructura de la cama donde reposa el colchón. En la actualidad, los de tela de colores neutros que van del beige a grises, son muy populares, así como los de cuero blancos.
¿Qué os parece, os gusta? ¿verdad que la habitación es más cálida y acogedora con un cabecero de capitoné? especialmente esta, donde contrasta con ese azul intenso de la pared.
No os perdáis el resto del tour de este apartamento nórdico de 59 m² que alterna al igual que el dormitorio, contrastes entre claros y oscuros, sobre todo en la cocina con esos preciosos muebles de suelo a techo negros. ¡Feliz jueves!
Vía: Kvarteret mäkleri
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