Investigadores daneses de la
Universidad de Aarhus llevaron a cabo un análisis de sensibilidad para
determinar si el café tiene un efecto sobre el sabor y el olor. En el estudio,
unos 156 voluntarios probaron el sentido del olfato y del gusto antes y después
del consumo de café. Se descubrió que el café no altera la percepción de los
olores, mientras que sí cambia el sabor. Después de tomar café, la gente se
volvió más sensible al dulce y menos sensible al amargo. Para excluir la
influencia de la cafeína, los investigadores repitieron el experimento con el
descafeinado, y los resultados fueron exactamente los mismos. Esto es
probablemente el efecto de algunas sustancias amargas en el café. Según los
científicos, los resultados del estudio no solo proporcionan una mejor
comprensión del funcionamiento de las papilas gustativas, sino que también
pueden tener un valor práctico real. Una investigación adicional en esta área
puede ser importante para regular el uso del azúcar y los edulcorantes como
aditivos alimentarios. En particular, los autores creen que los datos pueden
servir para reducir deliberadamente el azúcar y las calorías de los alimentos,
lo que será útil para los que tienen sobrepeso y los diabéticos. Los resultados
se publicaron en la revista Foods.