Hola, espero que estén bien, porque yo no. Como ya tenía preparado el cuento de hoy, lo publico, aunque es probable que sea el último por un tiempo. El cajón
El cajón estaba abierto. Eso fue lo que la sorprendió cuando entró en la habitación. Se quedó unos minutos en el umbral, sin moverse, solo se oía el rumor del lavarropas del vecino de arriba.
Cuando pudo reaccionar, soltó el picaporte y prendió la luz, aunque todavía fuera de día. Se acercó al cajón, su contenido estaba intacto. Contó todo lo que había dentro, lo miró varias veces, no parecía faltar nada. Lo cerró y dejó la mano apoyada unos minutos.
―¿Fui yo? ―susurró mientras cerraba los ojos y trataba de recordar sus movimientos de esa mañana.
La rutina era tan mecánica que resultaba imposible recordar los pasos. Solo imágenes difusas del cepillo de dientes, la ropa sobre la cama y el fuego de la hornalla. Suspiró y soltó el cajón. No importaba, tendría que haber sido ella, nada más estaba fuera del lugar.
Fue a la cocina, para decidir qué preparar para la cena. Abrió la heladera y la cerró, por el rabillo del ojo había visto el comedor, donde la puerta estaba abierta. Se alcanzaba a ver el largo pasillo que llevaba a las puertas de los vecinos.
Se acercó con cuidado, apretando los labios, conteniendo la respiración. El sonido del ascensor al activarse la alteró y cerró la puerta de un golpe. Pasó la llave y suspiró. Se volvió, la casa seguía en silencio. Regresó a la cocina, donde la hornalla ardía sola.
Se llevó los dedos a los labios, miró la heladera y después otra vez la hornalla. La apagó y volvió a echarle una ojeada a la puerta de entrada y a la heladera. Solo entonces, retornó a su habitación.
Dudó cuando vio la luz prendida, pero recordó haberla prendido. Le echó un vistazo al cajón, seguía cerrado, lo rozó con los dedos para asegurarse. Se paseó un rato por la habitación, tratando de calmarse. Decidió echarse un rato.
Apagó la luz y se tiró sobre la cama, boca arriba. Se despertó poco después o al menos eso le pareció. Se levantó y prendió la luz. Cuando sus ojos se acostumbraron a la claridad, vio que el cajón estaba abierto
Cuento anterior......................................................Cuento siguiente
Ver listado de cuentosVer listado de minicuentos