Revista España

El calvario del Faro de Moncloa

Por Manugme81 @SecretosdeMadri

Faro de Moncloa situado a la entrada de MadridAunque suene extraño, Madrid, a pesar de no tener mar tiene su propio faro, el Faro de Moncloa. Así es como bautizaron cariñosamente los madrileños a la Torre de Iluminación y Comunicación. Una impresionante estructura metálica que observa el paso de miles de coches mientras espera a que le den un función.

Ya lo comenté hace tiempo al hablar del Edificio España, al que yo mismo renombré como ‘El Espantapájaros de la Gran Vía’. Está claro que hay cosas que no se pueden permitir como levantar enormes elementos arquitectónicos, previos pagos millonarios, para después dejarlos abandonados sin dar explicación alguna. Una mala gestión de unos pocos que termina repercutiendo en unos muchos. Es lo que se ha hecho también con el Faro de Moncloa, que lleva más de cinco años aguardando en el limbo, a que le devuelvan a la vida.

La torre fue inaugurada en el año 1992, el año de la Expo de Sevilla y de los Juegos Olímpicos en Barcelona también dejó su huella en Madrid. En su nacimiento se le definió como el ‘símbolo de Madrid para el año 2000’ pero desde muy pronto, este vanguardista elemento demostró que su idilio con Madrid no sería un cuento de hadas. Al día siguiente de su inauguración uno de los dos ascensores que tenía, y que tardaban 20 segundos en subir hasta la plataforma, se averió.

Este suceso no fue nada comparado con lo que le sucedió un tiempo más tarde. Debido a importantes rachas de viento, algunas de las planchas metálicas que la cubrían, con un peso de varias toneladas cada una, se precipitaron al vacío, por fortuna, sin dañar a nadie. Una desgracia que se repitió en varias ocasiones. La crítica situación de esta torre se terminó de agravar en el año 2005 con el incendio del Edificio Windsor. A raíz de aquel hecho, el Ayuntamiento de Madrid llevó a cabo la revisión de numerosos edificios y llegó a la conclusión de que el Faro de Moncloa no cumplía con importantes normas de seguridad por lo que se procedió a su cierre.

Desde entonces se ha convertido en un impresionante armazón de metal de 110 metros de altura (90 metros de torres más otros 20 metros de antena) que languidece pidiendo una nueva oportunidad. Lo más hiriente de todo es que durante estos años se han acometido en él importantes reformas, por un valor cercano a los seis millones de euros, y ahora, con todo listo para su funcionamiento nadie ha sido capaz de sacarle partido. (Su reabertura estaba prevista para 2011 pero sigue cerrado).

Es una verdadera lástima que edificios que han costado tanto dinero, y en los que se ha puesto tanto trabajo estén parados y ofreciendo un aspecto tan desangelado. Un lugar al que se le podría sacar un enorme rendimiento como mirador ya que cuenta con unas excepcionales vistas del skyline de Madrid, en contraste con el entorno que le rodea, debería estar abierto al público, sí o sí. De nuevo, un ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas.

Las últimas noticias que han surgido en relación al Faro de Moncloa es que el Ayuntamiento de Madrid ha firmado un convenio con la Universidad Complutense para que ésta trate de resucitarlo, montando una cafetería y un mirador. Confiemos en que sepan sacar provecho a un espacio único, que quizás comenzó con mal pie pero que, como todo en esta vida, merece una segunda oportunidad.


Volver a la Portada de Logo Paperblog