La adaptación al cambio climático de los bosques es un reto de los más importantes para el país alpino.
Los árboles que nacen hoy, van a vivir el resto de su vida en condiciones climáticas completamente diferentes a las actuales. Los bosques suizos están amenazados y con ellos las prestaciones y los beneficios que aportan a las personas.
Se teme que los bosques suizos, muy afectados por las condiciones climatológicas, no estén en condiciones de proveer unas prestaciones indispensables para el hombre.
En Suiza crece el temor a que sus bosques dejen de ser lo que siempre fueron: auténticos pulmones para las ciudades y depuradores del aire. Ahora se trata de gestionarlos de forma que aumente la capacidad de adaptación de los ecosistemas a una situación climática diferente.
Teniendo en cuenta la rapidez de los cambios climáticos existe el temor de que los bosques no puedan asimilarlos y dejen de ofrecer por sí solos la producción de madera, la protección contra los peligros naturales y dejen de ser espacios de relajación y descanso.
Desde el comienzo de la industrialización, la temperatura media de Suiza aumentó 1,9 grados. Este calentamiento inusual propiciará un desplazamiento, que no es otra cosa que una selección natural de especies, de aquellos árboles que no soporten estas condiciones climatológicas, hacia zonas de más altura que pasarán de los 500 metros a los 700. (De este hecho nace un debate entre quienes pretenden dejar que sea el propio bosque y sus recursos quien se adapte y sustituir los árboles por especies autóctonas y quienes proponen ir introduciendo especies extranjeras que soporten mejor la sequía).
Lo que queda claro es que las zonas boscosas de baja latitud cambiarán su aspecto.
Por otro lado, unas temperaturas más altas y el aumento de la intensidad y la frecuencia ide los periodos de sequía durante la época de vegetación, generan estrés en los árboles aumentando de esta forma el riesgo de incendio y de infección causada por organismos dañinos.
Buscando soluciones a este enorme problema, Suiza creó en 2009 el programa "Bosques y Cambio Climático" que convocó a los mejores expertos en la materia para estudiar rigurosamente las condiciones en las que se encuentran los bosques y todas las soluciones posibles para contrarrestar los efectos del cambio climático.
Durante todos estos años, los expertos del programa elaboraron una cartografía completa de las zonas forestales del país. Mediante estos mapas se pueden conocer de forma precisa la profundidad y la humedad del terreno y además se conoce el grado de exposición de cada lugar a los elementos de la naturaleza.
El programa desarrolló diversos estudios con el objetivo de comprender el proceso de evolución de los bosques en un contexto diferente, dichos estudios demuestran que si bien los bosques pueden amortiguar los estragos de los cambios climáticos, su capacidad es limitada.
Por ello, según expertos suizos, la intervención del hombre es necesaria ya que se deben diversificar las especies e ir introduciendo paulatinamente no autóctonas.
Es evidente que se necesita actuar ya que de no hacerlo, las consecuencias serían mucho peores y en algunos lugares catastróficas.
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