Revista Coaching

El cambio constante, o te adaptas o estás muerto

Por Misterempresa

La rapidez a la que se sucenden los cambios a nuestro alrededor hace necesario que nuestra capacidad de adaptación sea más ágil que nunca. Vivimos en un cambio constante y hay que adaptarse o sino estaremos muertos.

Esto sirve tanto a los empresarios con experiencia que quieren mantener sus negocios como a los nuevos que buscan su oportunidad para introducirse en su mercado. Lo que servía hace diez años, o hace seis meses, puede estar obsoleto la semana que viene.

La primer premisa que ha de cumplir cualquier persona que esté al frente de un negocio, o pretenda estarlo, es tener los ojos bien abiertos. Mi modelo, por muy sólido que sea, puede que no resista un cambio económico o social que influya notablemente en mi mercado, por eso he de estar constantemente alerta para detectar las señales de que ésto puede ocurrir.

La actividad tan rentable que se lleva realizando desde hace años puede no tener sentido en poco tiempo. El proyecto innovador que ahora mismo puede estar rompiendo el mercado puede ser superado el año que viene por un nuevo desarrollo tecnológico, por un cambio en los usos o gustos de los consumidores, por un nuevo escenario económico, etc.

Difícilmente los hijos heredarán la empresa de los padres, por lo menos con el mismo modelo de negocio o la misma estructura, no cabrá pensar en un negocio que haga los mismo y de la misma forma durante años. Por eso cada vez más lo importante es crear estructuras empresariales flexibles y que puedan adaptarse fácil y rápidamente a los cambios.

El innovilismo, el pensar que nunca nos pasará a nosotros porque llevamos años haciendolo así y no vamos a cambiar o porque el mercado responde y nunca nos va a abandonar es dar el primer paso hacia el precipicio.


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