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El cambio de una MTB rígida a una doble | Opinión personal

Por Diariodeuncampista @ddcampista

¡Bienvenido una vez más al blog! Hace ya un tiempo que no publico por aquí algún post en el que muestre mi opinión personal sobre algún aspecto relacionado con el uso de un tipo u otro de material. Durante un tiempo consideré el escribir el salto que supone el utilizar una bici de montaña de 29″, pero como Grego Blanco escribió un post de invitado tratando precisamente su experiencia a la hora de cambiar una mountain bike de 26″ por otra de 29″, decidí no escribir nada al respecto hasta que encontrase el enfoque adecuado. Viendo que últimamente mucha gente me preguntaba sobre las bicicletas de doble suspensión, las sensaciones que se tienen con ellas y cosas similares y que hace ya más de un año que utilizo a mi Spark, me he animado a abordar esta cuestión.

El cambio de una MTB rígida a una doble | Opinión personal

Mi Scott Spark 930 de 2015

Para empezar, ¿Qué es mejor? ¿Una doble o una rígida?

Sinceramente hace más de un año que escribí un artículo en el que analizaba esta cuestión (enlace aquí). En él comparaba las ventajas e inconvenientes que presentaba cada tipo de bicicleta, su utilización óptima y a qué tipo de corredor le convenía más una u otra.

Mi experiencia personal

Poniéndote en situación

Yo soy un ciclista bastante corpulento (siempre he sido muy ancho de espaldas y normalmente no estoy en los huesos por lo que tengo un tipo físico especialmente fino), mido 1,85 y de altura hasta la entrepierna tengo más de 90 cm (tengo un tronco relativamente corto en comparación con la longitud de mis piernas). Además sufro de escoliosis, lo cual ha hecho que siempre haya tenido unos terribles problemas de espalda y de cara a practicar MTB siempre haya tenido que tener especial cuidado a la hora de salir de ruta, en cuanto a las horas, el kilometraje, el peso que metiese en mi mochila, el tipo de mochila que llevase, etc.

Durante muchos años utilicé como bici de montaña habitual, un modelo de Trekking de Felt, la cual empleaba a pesar de causarme muchos dolores entrenando. Llegados a un punto de mi vida, pude comprar una bici de montaña mejor y elegí una de doble suspensión, para tratar de disfrutar de una mayor comodidad yendo en ruta.

¿Qué bici fue la elegida?

Pues la bici que pude comprarme fue la Scott Spark 930 de 2015 (que está arriba en la foto), de la cual ya he hablado largo y tendido por aquí. Básicamente la escogí porque estéticamente me encantaba, por debajo de 3000€ en carbono era la mejor opción (a mi parecer) dentro de los modelos que se pueden comprar en tiendas físicas y porque mi amigo Mateos (el dueño de Ciclos Mateos) me la consiguió a muy buen precio.

Mis sensaciones con una bici de doble suspensión

Si bien la primera vez que cogí la bicicleta me sentí un poco extraño (ya que para mí eran muchos cambios los que había sufrido y a los que me tenía que acostumbrar), lo cierto es que no me costó acostumbrarme, ya que la bicicleta absorbía genial los baches y a pesar de no ser precisamente un peso pluma, daba gusto llanear con ella (ya que las irregularidades típicas del terreno las devoraba), al subir nunca perdía la tracción con ella y al bajar sentía muchísima seguridad (para mí fue el cambio más drástico de todos) además de una comodidad muy destacable.

El cambio de una MTB rígida a una doble | Opinión personal

Condiciones que influyeron en mi experiencia positiva

El hecho de contar con una suspensión de gama alta (Fox Evolution), un buen cuadro de carbono, un buen sistema de suspensión en el cuadro (monopivote articulado) y un bloqueo remoto que funcionase realmente bien (Twin Lock de Scott), han hecho que todo desembocase en una experiencia muy positiva por mi parte. El hecho de que además yo siempre haya sufrido muchos dolores y problemas de espalda y que por usar esta bicicleta, hayan desaparecido por completo, también ha ayudado a que esté encantado con la bicicleta.

¿Contaminación de la pedalada?

Siempre he leído a través de comentarios, posts en foros, artículos en blogs, páginas webs y revistas que uno de los puntos más negativos que tienen las MTB de doble suspensión es lo que se conoce como “contaminación de la pedalada“, es decir, que la suspensión trasera se comprima cuando el ciclista ejerza presión sobre las bielas y no con los baches e irregularidades del terreno. Esto en principio provocaría que no solamente que la bicicleta sería menos eficiente, sino que además sería más molesta para el propio corredor.

Esto puede ser cierto en algunos casos (bien porque el propio amortiguador sea malo, porque no disponga de ningún sistema de amortiguación eficiente o inteligente, porque no disponga de una posición diferente a “completamente abierta” o bloqueada, porque cuadro de la bicicleta esté mal diseñado, etc.), pero no en el mío, ya que esto ha sido mínimo que ni siquiera lo destacaría.

Cuestiones negativas de la bicicleta

Otras cosas negativas de estas bicicletas son su mayor peso, que tengas que realizar más tareas de mantenimiento o que por el mismo precio, vengan peor montadas que las opciones rígidas de la misma marca.

¿Compensa? ¿Lo recomendaría?

Aunque todo depende del tipo físico que tengas, de tus aspiraciones competitivas y los terrenos por los cuales te vayas a desenvolver, creo que por lo general compensa mucho el tener una bici doble. Sinceramente a todo aquel que se pueda permitir el tener una bici de doble suspensión bien equipada, se la recomendaría.

Ten en cuenta que todo lo negativo y positivo que se pueda decir de esta cuestión, dependerá de a quién le preguntes, ya que a partir de sus particulares gustos y circunstancias te puede contar una experiencia completamente opuesta a lo que te cuente yo. Jamás te tomes nada nada de forma absoluta

¿Qué sería mejor? ¿Una bici rígida de carbono mejor montada o una doble peor montada en aluminio?

Como casi todo lo que suelo responder con respecto a estas cuestiones, creo que depende. Depende de lo bien montada que esté en carbono, de qué requieras tú por tus necesidades particulares y de lo mal montada que esté en aluminio. Si la bici la quieres para rutear con comodidad y de componentes va con gamas medias, creo que aunque vaya con un cuadro de aluminio merece más la pena comprarse una doble que una rígida de carbono (aunque eso se deba analizar caso por caso).

Para terminar

¡Espero que te haya gustado el post! La verdad es que simplemente quería mostrar mi opinión com respecto a este tema después de haber llevado durante el último año y una rígida durante bastantes más. Si tuvieses más dudas con respecto a qué es mejor, aquí te dejo un vídeo de los chicos de Bikeradar que puede serte de gran utilidad:

¿Y tú? ¿Qué experiencia tienes con las bicis de doble suspensión? ¿Y las rígidas? ¿Con cuál te quedarías? ¿Por qué?

¡Un abrazo!

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