Revista Insólito

El camello-dromedario

Publicado el 04 septiembre 2018 por Monpalentina @FFroi

(IV.10). SIMBOLOGÍA ZOOMÓRFICA.


A Mikel Roa,
que me metió en un lío.

El camello-dromedario
Siempre me ha resultado sorprendente que en ninguno de los estudios y manuales al uso sobre simbología del bestiario románico se haya indagado sobre las escasas fuentes bíblicas en que se menciona al camello. Me refiero, particular y fundamentalmente, al pasaje evangélico recogido en San Marcos 19,24 en donde por única vez se menciona a este mamífero, rumiante y ungulado, al que se le concede mucha más opción de pasar por el "ojo de una aguja" que a la de que un rico pueda entrar en el Reino de los Cielos. Y digo que es sorprenderte porque no conozco ningún autor que haya intentado ahondar en la simbología del camello en la iconología románica interpretando este particular significado cuando del texto citado se advierte, fácilmente, que la aguja, cuando se la pone verticalmente, puede tomarse como figura de "eje del mundo" y estando en alto la extremidad perforada sería como el "domo" o puerta arquitectónica o, si se quiere y en sentido metafísico, solar. Serían pues, las virtudes atribuidas al camello el contenido de un mensaje reconocedor de su posibilidad de traspasar de un estado a otro ( muerte/resurrección) manteniendo el nudo vital del vínculo que mantiene, reunidos entre sí, los diferentes elementos de la individualidad, estado que se alcanza al pasar por el "ojal".
Resulta, cuando menos singular, que este animal exótico para la zona geográfica donde predominaba el arte románico, mereciera la atención para su iconología, por lo que en un intento de su comprensión tendremos que admitir que no era desconocido tras su introducción en Europa por los avances de los conquistadores islámicos que secularmente los habían utilizado como animal de carga y su permanente presencia en caravanas comerciales.
Según san Isidoro de Sevilla: «El motivo por el que se impuso su nombre a los camellos pudo ser doble: o porque, cuando se les va a cargar, se enganchan para hacerse más bajos y pequeños, y los griegos a lo bajo y pequeño lo dicen chamaí; o porque tienen la espalda curvada y, “curvo” se expresa con el vocablo griego kámour. Aunque son propios de muchas regiones, donde más abundan es en Arabia. Presentan diferencias entre ellos: mientras los de Arabia tiene dos gibas a la espalda, los de otros lugares, sólo una. El dromedario pertenece a la familia de los camellos, aunque es de menor estatura, pero más veloz, de donde le viene el nombre, pues en griego drómos significa “carrera”, “velocidad”: en un solo día suele recorrer cien millas, e incluso más. Es un animal que rumia, lo mismo que el buey, la oveja y el camello».
El camello-dromedario
Pudiera desconcertar que, frente a su carácter bíblico de animal impuro ( Levítico, 11,2), la tradición popular judeo-cristiana los asociara al primer y mayor de los eventos reveladores y epifánicos de su religión al considerarlos portadores de los Reyes de Oriente, pese a que en el único Evangelio que se habla de tal episodio atribuido a San Mateo, ni siquiera se le menciona.
Es su resistencia al calor, su carácter sobrio y su caminar lento, pero constante, lo que servirá al comitente románico para sincretizarlo como imagen y símbolo de esfuerzo, penitencia y sacrificio del cristiano en su travesía de "este valle de lágrimas" en pos del Oasis Eterno y Celestial, mensaje que resultaba de importante calado y fácil comprensión para el mundo eremítico y monacal, así como para feligreses, en un intento de justificación conformista con el status quo medieval donde el camello/dromedario fue paradigma de Humildad al ser bestia que se agacha para facilitar la pesada carga encargada de transportar.
El camello-dromedario
En definitiva, obediencia y sumisión a Dios, su dueño, y humildad ante los semejantes tal y como se encargara de instituir Honorio de Autum cuando interesadamente formuló la relación fonética de camello con camilo, servidor de reyes y altares.
Símbolo, pues, de sobriedad y templaza, en su grupa el cristiano hallará medio que ayude a "cruzar el desierto" en su constante búsqueda del Oasis Divino, la Vida Eterna.
El camello-dromedario

(Reproducción, al fresco, de pintura mural de San Baudelio de Berlanga. Obra realizada por Laura Alberich).


El camello-dromedario
Sección para "Curiosón" del grupo "Salud y Románico".


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