“Si crees que tu vida termina con la muerte, lo que piensas,
sientes y haces no tiene sentido. Todo concluye en la incoherencia,
en la desintegración”.
“Si crees que tu vida no termina con la muerte, debe
coincidir lo que piensas con lo que sientes y con lo que haces. Todo
debe avanzar hacia la coherencia, hacia la unidad”.
“Si eres indiferente al dolor y el sufrimiento de los demás,
toda ayuda que pidas no encontrará justificación”.
“Si no eres indiferente al dolor y sufrimiento de los demás,
debes hacer que coincida lo que sientas con lo que pienses y hagas
para ayudar a otros”.
“Aprende a tratar a los demás, del modo en que quieres ser
tratado”.
“Aprende a superar el dolor y el sufrimiento en ti, en tu
prójimo y en la sociedad humana”.
“Aprende a resistir la violencia que hay en ti y fuera de
ti”.
“Aprende a reconocer los signos de lo Sagrado en ti y fuera
de ti”.
“No dejes pasar tu vida sin preguntarte: ´¿quién soy?´”
“No dejes pasar tu vida sin preguntarte: ‘¿hacia dónde
voy?’”
“No dejes pasar un día sin responderte quién eres”.
“No dejes pasar un día sin responderte hacia dónde vas”.
“No dejes pasar una gran alegría sin agradecer en tu
interior”.
“No dejes pasar una gran tristeza sin reclamar en tu
interior aquella alegría que quedó ´guardada´”.
“No imagines que estás solo en tu pueblo, en tu ciudad, en
la Tierra y en los infinitos mundos”.
“No imagines que estás encadenado a este tiempo y a este
espacio”.
“No imagines que en tu muerte se eterniza la soledad”.
Tomado de: El Mensaje de Silo