Con la declaración de acabar con la violencia, ETA ha dado un paso decisivo y comienza el camino de la paz. Entra en juego la política y queda atrás la violencia.
Desde luego que hay que caminar, no sólo ETA, también el Estado. Hay que facilitar, dentro de la ley, que ETA, al igual que ocurrió a finales de los setenta con ETA político-militar, pueda insertarse en la vida política vasca.
Una primera cuestión es la aceptación de que la Izquierda Abertzale, heredera de Batasuna, no puede permanecer fuera del parlamento vasco, por lo tanto, coincido con Urkullu en que es necesario adelantar las elecciones para que el parlamento vasco tenga una composición fiel a la sociedad que representa. El hecho de que se prohibiera que la antigua Batasuna se presentara a las últimas elecciones autonómicas, desvirtúa la composición del mismo.
Hoy hay cuestiones que desde el Estado se pueden acometer. Por ejemplo, el acercamiento de los presos. ¿Qué motivos hay para mantener a los presos lejos de Euskadi cuando no hay violencia? Además no se haría sino cumplir con lo que dice la Constitución.
Por otro lado, ¿qué sentido tiene la ley de partidos, una vez que el terrorismo ha dejado de actuar? En realidad, siempre me ha parecido una ley forzada, con connotaciones poco democráticas, pero desde luego, ya no tiene ningún sentido.
En fin, creo que hay que actuar desde ambas partes. Por parte de ETA, deberían pedir perdón por el dolor que han provocado y entregar las armas, mientras que por el Estado se deben dar las condiciones para que la inserción de los otrora terroristas sea posible.
No nos olvidemos de las víctimas, pero han de ser los políticos y no ellas las que marquen las pautas a seguir. Y como no siempre vamos a estar en desacuerdo con el Sr. Aznar, yo propondría que se siguieran pasos parecidos a los que el expresidente anunció y cumplió a finales de 1998, cuando hubo una tregua que no era definitiva, como ahora:
16 septiembre 1998, Aznar dijo: “El Gobierno no será insensible” al gesto de ETA y podrían (los terroristas) comprobar la generosidad del estado de derecho.
20 septiembre 1998: “El Gobierno comunica que hará una “oferta seria” si se confirma la renuncia de la banda a la violencia”
26 septiembre 1998: Aznar promete ser generoso si se afianza la tregua de ETA
El 18 de Diciembre: Aznar anuncia el traslado de 21 presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco.
Todas las pruebas están en las hemerotecas. ¿Por qué no actuar de forma parecida cuando han anunciado el abandono definitivo de la violencia?
Ha llegado la hora de la política. Demostremos altura de miras.
Salud y República