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El camino de los sueños (Joan Soler, 2.009)

Publicado el 16 septiembre 2011 por Rugoleor @rugoleor
El camino de los sueños (Joan Soler, 2.009) <\/param><\/embed><\/object><\/div>";" alt="" />El camino de los sueños (Joan Soler, 2.009)

Calificación:

Crítica: 5,753 Público: 5,844 España: S/C Rugoleor: S/C

Ficha:

Título Original: El camí dels somnis

Director: Joan Soler

Guionistas: Carmen Ávalos, Manuel Martínez, Carles M. Gómez-Quintero, Joan Soler

Intérpretes: No hay actores (Documental)

Productores: Joan Soler

Fotografía: Carles Muñoz Gómez-Quintero

Música: Francesc Gener

Montaje: Carles M. Gómez-Quintero, Joan Soler

Nacionalidad: España

Año: 2.009

Duración: 84 minutos

Edad: Todos los públicos

Género: Documental

Distribuidora: Barton Films, S. L.

Estreno: 11-12-2.009

WEB Oficial: Web Oficial de la película en España

Espectadores: 1.639

Recaudación: 9.089,40 €

Visitas: 0

Popularidad: 0,00%

Sinopsis:

Alba y Nuria, dos jóvenes invidentes, mantienen una lucha cotidiana contra las limitaciones que les impone su discapacidad para llevar una vida normal. Su espíritu de superación y su generosidad las impulsan a alcanzar constantemente nuevos objetivos y a dedicar tiempo y esfuerzo para ayudar a los demás. No satisfechas con ser aceptadas en nuestro mundo de videntes, consiguen metas que incluso para nosotros serían excepcionales. Ajenas al conformismo y llevadas por su afán de explotar todas las posibilidades que la vida les ofrece, viajarán a la India, a la Fundación Vicente Ferrer, para colaborar en la educación de niños ciegos. Las experiencias que allí vivirán marcarán el recorrido de un camino que conduce a la realización de sus sueños.

Comentario:

Joan Soler (“Los niños del Nepal”) dirige este nuevo documental sobre dos jóvenes invidentes catalanas que, con la colaboración de la Fundación Vicente Ferrer, viajan a la India para ayudar a los invidentes. El film demuestra que aquellos que consideramos discapacitados pueden llegar a hacer más que nosotros mismos, los confortablemente conformistas que carecemos de cualquier excusa para justificar nuestra falta de interés por los demás.

Crítica:

16-12-2.009 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA

Los ojos dejan huella

Emotiva semblanza del espíritu de superación, que nos presenta a dos jóvenes invidentes, Alba y Nuria, dispuestas a superar con toda la ilusión del mundo las limitaciones que les impone su discapacidad. Singulares personajes vistos a través de los ojos de un honesto realizador, que las traslada asimismo hasta la India, donde ambas protagonistas comparten experiencias con los niños ciegos acogidos en la Fundación del ya fallecido Vicente Ferrer, en Anantapur. Una cámara pudorosa, atenta en todo instante a captar las peculiaridades de un mundo en principio sumido en una profunda oscuridad pero que, conforme vamos descubriendo la actitud vital de Nuria y Alba, se va abriendo a un universo luminoso, lleno de posibilidades.

Así, la ceguera es mostrada esta vez de forma asumida y sin complejos, con un sano optimismo, puesto que la noche solitaria de los ojos de estas ciegas se transforma por obra y gracia de dos fantásticos seres humanos en algo a tener muy en cuenta. Suele decirse que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Pues bien, las dos excelsas mujeres retratadas en “El camino de los sueños” palpan su entorno vital con una admirable serenidad y generosidad, para acabar abriéndose a nuevas sensaciones, a otras emociones, a distintas formas de entender la vida, tan rica y gratificante como la de cualquiera.

A lo largo de la historia del cine son varias las películas protagonizadas por hombres y mujeres privados de la vista. A botepronto, nos vienen a la mente actores como Van Johnson (“A 23 pasos de Baker Street”) y Val Kilmer (“A primera vista”); o actrices de la categoría de Deborah Kerr (“Tempestad en Oriente”) y Audrey Hepburn (“Sola en la oscuridad”). También el cine español se ha acercado al tema en alguna que otra ocasión, incluido el filme de Javier Elorrieta “La larga noche de los bastones blancos”. Arriesgado documental, en suma, con el que se demuestra que el riesgo, en el cine, tiene siempre su premio por poco inmediato que sea...


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