
"Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así. Daniel, el Mochuelo, desde el fondo de sus once años, lamentaba el curso de los acontecimientos, aunque lo acatara como una realidad inevitable y fatal. Después de todo, que su padre aspirara a hacer de él algo más que un quesero era un hecho que honraba a su padre. Pero por lo que a él le afectaba..."
Hoy me decido a rescatar, como ya hice hace no mucho de forma física, uno de esos libros leídos por obligación y apenas disfrutados por ese motivo. Libros que, con suerte, se recuperan pasados unos años y se percibe la necesidad de convertirlos en conocidos de todos los lectores. Hoy traigo a mi estantería virtual, El camino.
Conocemos a Daniel, el Mochuelo, un niño que vive en el pueblo feliz entre su grupo de amigos hasta que su padre se empeña en mejorar su futuro. Para ello habrá de estudiar el Bachillerato en la ciudad y lo acompañaremos en su última noche llena de recuerdos de su vida en el pueblo junto a su gente.
El camino es la tercera obra escrita por Delibes, un autor a todas luces imprescindible en el panorama literario. En esta obra, y volvemos otra vez a la voz de un niño, nos habla de comienzos nuevos. Por un lado, Daniel deja la infancia para comenzar una vida más adulta, más responsable, y por otro lo hará en un lugar que le resulta totalmente ajeno. Este Mochuelo apodado así porque todo lo mira, es un niño listo y tímido que vive con su pandilla que lo complementan hasta hacerlo sentirse cómodo, uno más, algo que no cambiaría marchándose de este pueblo sin nombre. Pero tiene que hacerlo.
Delibes nos transporta a un mundo rural y a una infancia que, con sus alegrías y sus tragedias, nos provoca una sensación de ternura que difícilmente nos despegaremos a lo largo de la lectura. Los diálogos entre niños no tienen precio, el vocabulario cuidado, las descripciones naturales... pareciera que el autor hubiera medido al milímetro cada palabra para que suceda eso que dicen de "ni sobra ni falta".
Si hace ya un tiempo traje Las ratas advirtiendo de su dureza, en este caso tengo que advertir a todos los que pasaron sus veranos en un pueblo, entre correrías, en una pandilla en la que se ponían motes. A todos ellos les digo: Cuidado. Este libro puede producir nostalgia de aquellos tiempos en los que la vida era diferente y los amigos eran los mejores del mundo.
Comenzaba hablando de los libros que pertenecen a programas escolares. Muchas de estas lecturas las estoy repitiendo en mi edad adulta y no siempre con el mismo resultado. El título de hoy, sin embargo, ha estado a la altura del recuerdo que guardaba de él.
Y vosotros, ¿hay algún libro de vuestras "obligadas lecturas" escolares que recordéis especialmente?
Gracias