El cáncer colorrectal o cáncer de colon no suele dar síntomas al principio de la enfermedad. Por este motivo es fundamental realizar revisiones períodicas sobre todo a partir de los cincuenta años o si se tienen antecedentes familiares.
Los síntomas más frecuentes cuando estos hacen su aparición son los siguientes:
- sangre en heces
- debilidad, anemia
- pérdida de peso
- trastornos en el ritmo intestinal
- dolores abdominales
No hay que esperar a padecer los síntomas
Una de las características de este cáncer es que se puede prevenir con relativa facilidad porque la mayoría de tumores se desarrollan a partir de unos pequeños pólipos que aparecen en el intestino, los cuales en origen no suelen ser malignos. Cuando estos pólipos se detectan se extirpan sin complicaciones, lo que da un margen de unos diez años para que se formen otros nuevos o se malignicen.
Una prueba significativa, que provoca menos temor que la colonoscopia y es más barata, es la de la “sangre oculta en heces”. Pero en caso de tener que extirpar pólipos, la segunda es hoy por hoy las más efectiva.
También mediante un tacto rectal se pueden diagnosticar un veinte por ciento de tumores malignos.
Mayor riesgo para los hombres
Se sabe que esta enfermedad tiene más incidencia en hombres. Las causas apuntan a un menor cuidado en el estilo de vida.
Los hombres se alimentan peor, con una mayor ingesta de carnes rojas, grasas saturadas y un menor porcentanje de verduras, frutas y legumbres en su dieta. También fuman y beben más, otro de los factores de riesgo, y no incluyen fibra en la alimentación, fundamental para mantener una buena protección intestinal.