El nombre asusta, paraliza. Los números impactan. El cáncer de mama es, en nuestro país, la primera causa de fallecimiento por tumores en mujeres: se producen 5.400 muertes por año, una situación bastante similar a la de algunos países de América Latina, según las conclusiones del último encuentro de la Unión Latinoamericana contra el Cáncer de Mama (Ulaccam), que contó con la participación de ONGs de Argentina, Brasil, Colombia, México, Costa Rica, Venezuela y Chile.
El Movimiento Argentino contra el Cáncer de Mama (Macma), la Fundación para la Investigación y la Prevención del Cáncer (FUCA) y la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (Lalcec) fueron las organizaciones encargadas de representarnos en la reunión que se llevó a cabo en México. “En los últimos 30 minutos, a 18 mujeres de estos países se les ha diagnosticado cáncer. Y la mitad de ellos son de seno, cérvix o colon. Son cánceres para los cuales hay acceso a la detección temprana, hay recursos para controlarlos y hay compromisos formales de los gobiernos para realizarlo”, afirmó Alessandra Durstine, coordinadora de Ulaccam y asesora de la American Cancer Society (ACS).
Cifras que duelen y problemas comunes
El cáncer de mama es el cáncer que más afecta a las mujeres. De acuerdo a datos publicados por elInstituto Nacional de Cáncer, en Argentina se producen 18.000 nuevos casos por año, una cantidad que nos posiciona como el país con mayor incidencia (número de casos en un período definido de tiempo) de la enfermedad en Latinoamérica. En relación a la tasa de mortalidad (20.1 muertes cada 100.000 mujeres), nos ubicamos en el segundo lugar, por detrás de Uruguay (24.3 cada 100.000).
Pero el panorama, las cifras y las situaciones no son demasiado diferentes en el resto de los países que asistieron a la reunión: “La enfermedad se manifiesta -en promedio- 10 años antes de lo que lo hace en países más desarrollados, se diagnostica en etapas tardías y las tasas de mortalidad en la región son mucho más elevadas”, explicó Durstine, planteando un escenario común.Todo esto responde, de acuerdo a lo analizado por la coordinadora de Ulaccam, a las “deficiencias de gestión que se dan en la zona y se traducen en la falta de reconocimiento temprano, la espera que hay entre el diagnóstico y el tratamiento adecuado y la limitada disponibilidad de servicios”.
El comienzo de la batalla: detección temprana, la clave
En la actualidad no se conocen todas las causas del cáncer de mama. ¿Y qué es necesario para poder prevenir una enfermedad? Conocer todas las causas y que éstas sean modificables. Ahí ya se presenta el primer gran problema para tratarlo. “Lo que sí se puede hacer es saber, primero, cuál es el riesgo de padecerlo en base a los factores de riesgo que tiene cada mujer e incidir sobre aquellos que son modificables y, por último, buscar detectar oportunamente –prevención secundaria- la enfermedad”, dijo la doctora Karla Unger Saldaña, investigadora y asesora científica de la Fundación Cim*ab, anfitriona del encuentro. Frente a esta situación, “la mamografía permite ganar tiempo porque detecta cambios antes de que ese síntoma sea potencialmente reconocible por una mano adiestrada”, agrega la profesional.
El alto índice de mortalidad de nuestros países “tiene que ver con algo que no se está haciendo: casi todas las mujeres que tiene cáncer de mama llegan al consultorio ya manifiestando haber encontrado una “bolita” en el autoexamen o, incluso, con secreción en el pezón. Esto indica que los cánceres no se están detectando precozmente, se están diagnosticando en etapas muy avanzadas, en las cuales los tratamientos son muy cruentos y la posibilidad de curación es limitada”, planteó la doctora Yolanda Villaseñor, jefa del Departamento de Imagenología del Instituto Nacional del Cáncer mexicano.
Hoy, la única forma de combatir el cáncer de mama es intervenir a tiempo. Esto es hacer prevención secundaria: detectarlo lo antes posible para limitar sus efectos. ¿Y cómo se hace la detección? “Todas las políticas públicas aconsejan la autoexploración, la práctica de un examen clínico (hacer una consulta anual con el ginecólogo) y a la realización de una mamografía”, responde Villaseñor.
Mamografía: de las controversias a los beneficios
¿Cada cuánto tiempo hacerla? ¿A qué edad es adecuado efectuarla por primera vez? ¿Es realmente útil? Muchas son las preguntas que surgen en la polémica sobre este estudio diagnóstico. Y muchas y diversas, también, las respuestas. Pero lo cierto es que este debate sólo retrasa la posibilidad de acceso de muchas mujeres al tratatamiento adecuado en tiempo y forma.
“Lo cierto es que la mamografía es la única herramienta que tenemos al día de hoy y es eficaz como método de detección temprana. Practicada de manera periódica, por médicos especializados y sumada a los nuevos tratamientos en el caso de que se detecte un tumor, ha demostrado disminuir la mortalidad en un rango del 30%”, detalla la doctora Villaseñor. Y lo demuestra con cifras: “De 100 mujeres diagnosticadas en etapa temprana, 98 están libres de enfermedad. El mensaje es claro: una mamografía realizada a tiempo puede salvar la vida de muchas mujeres”.
A la hora de aclarar –y en muchos casos de desmitificar- este estudio, es la misma doctora la encargada de responder las dudas más frecuentes:
-¿A qué edad realizar la primera? Si bien en este punto no hay consenso, sí se ha demostrado que hay una reducción significativa de la tasa de defunción si se hace a partir de los 40 años ya que el pronóstico de un tumor depende, en gran medida, del tamaño: no es lo mismo detectarlo en una etapa temprana que diagnosticarlo más avanzado. La American Cancer Society, por ejemplo, la recomienda a partir de los 40 años.
-¿Con qué frecuencia realizarla? Lo recomendado es efectuar 1 por año.
-¿Mamografía analógica o digital? Es lo mismo, están los dos a la par, ambos métodos son buenos. Lo que sí es importante es hacer los controles de calidad adecuados: que los equipos estén en buenas condiciones y en manos de profesionales.
-¿Cuál es el riesgo por radiación de una mamografía? Este es diminuto pero no inocuo: se genera un riesgo para obtener un beneficio que es mucho mayor. Es igual, por caso, a realizar un viaje corto en avión o a tomar sol durante un día. En 2010, según un estudio publicado en Radiology, en 111.000 casos se encontraron 10 inducidos por este tipo de radiación.
Una realidad común a toda Latinoamérica, las mismas necesidades –detección temprana, diagnósticos precisos, acceso a tratamientos de calidad- y un desafío: concientizar y concientizarnos. Llevar una vida saludable, efectuar los controles médicos correspondientes, hacer el autoexamen mamario regularmente y una mamografía anual son las claves para darle batalla al cáncer de mama.
Fuente: entremujeres.com
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