El cáncer es mi despertar

No me lo puedo creer, parece que no es conmigo, reincidiste en la enfermedad, como si lo hubiese planeado….hice todo lo que me dijeron que hiciera: comer más saludable: frutas , vegetales, granos, carnes blancas, nada de carnes rojas. Ejercicio, yoga, meditación, visualizaciones, citas periódicas con psicólogos y psiquiatras para controlar los picos de estrés, controles trimestrales, todo, todo.
Recuerdo que hace unos meses le indiqué a mi oncóloga: los índices están subiendo a una tasa cada vez más rápida. No te preocupes, están bajo los niveles normales, eso me tranquilizó y alegró. A los tres meses ya dos de los niveles -el CA-19-9 y el CA-125- estaban en el límite. Puede ser que has tenido mucho estrés, me dijo, vamos a esperar 3 meses más y te los hacemos de nuevo. Sí, realmente había tenido mucho estrés: la muerte de mi padre por la misma enfermedad, fuertes problemas familiares,  la mudanza a una casa más pequeña y en una ciudad lejana, mis dos hijos deciden irse a vivir al exterior por varios años, cada uno a un país diferente y lejano, mi hija debe vivir 3 meses sola en Caracas para prepararse para los exámenes de admisión de las universidades de España y para rematar la señora que me trabaja desde hace 14 años renuncia y en la casa todos piensan -y como tal exigen-, que todo debe hacerse como siempre; es decir sin que ellos participen en la actividades hogareñas, y que esa va a ser mi nueva responsabilidad, locura que yo acepto tácitamente. Me voy dos semanas a Margarita a ver opciones de inmuebles para la mudanza  y para estar un poco en la playa. Al regresar me  realizo los exámenes evidenciando que los índices CA 19-9 y CA 125, que estaban en rojo, retroceden ligeramente, lo cual me da nuevas esperanzas de que puedo controlar la situación.Al  mes volvemos a hacer los análisis y ya están bastante más altos. Estoy ante la disyuntiva de quedarme y hacerme inmediatamente un tratamiento que me indicaría el oncólogo  o irme de viaje por 7 semanas a España a ayudar a establecer a mi hija allá y hacerme el tratamiento al regresar. De todas maneras no es una decisión que debo tomar yo, debería tomarla mi médico oncólogo. Al plantearle la situación, la doctora me dice que debemos esperar otro mes, pero la siento insegura, por lo cual intento conseguir una cita con mi oncólogo de Caracas, un doctor de mucha experiencia que me controla anualmente desde hace 3 años. No logro que me atienda, se va de vacaciones y tiene la agenda repleta, mi cita sería para dentro de mes y medio. Llamo al cirujano que me operó hace 3 años del CA de ovario y que es del mismo equipo médico que el anterior, para pedirle opinión, pero el resultado es casi igual; no se da abasto y cierra en unos días para irse de vacaciones, la próxima cita es para dentro de 2 meses.Después de varios días intentando conseguir citas con otros doctores recomendados, llego a un oncólogo que me atiende esa misma semana y voy con mi hijo que ha sido paciente, cariñoso y un fuerte apoyo en toda esta angustia.En la consulta, el doctor me contagia de su tranquilidad. De manera amable me asegura que es muy temprano para tomar alguna decisión, que si pudiese haber algo de reincidencia que quizás ameritaría unas pocas sesiones de quimioterapia, pero que me puedo ir tranquila de viaje, que el tratamiento a colocar sería el mismo ahora que dentro de 2 meses y que el éxito sería el mismo en los dos casos; eso sí: que me vaya sólo si no voy a estar preocupada y con la condición de que no me haga más exámenes antes del viaje, si no que los deje para después de mi regreso.  Listo pensé, esto es lo que haré... Grisbby ZavalaFIN DE LA PRIMERA PARTE. Próximamente compartiré más de mi historia.