
Lo que me recomienda entonces es una dieta ligera y blanda los dos primeros días, tales como caldos, bebidas en base a proteínas que se venden en las farmacias y que sustituyen las comidas principales o meriendas, puré de papas u otras verduras, pasta con salsa de vegetales, arroz blanco, compotas caseras de frutas, cereales de harinas refinadas, poco condimento, sal o azúcar y si tengo mucho apetito puedo comer algo de pechuga de pollo o lagarto hervido (en sopa). Recalca que es muy importante evitar los lácteos, inclusive yogurt, y comidas integrales que contengan mucha fibra, así como los granos. Luego puedo ir introduciendo alimentos más pesados, poco a poco, como carnes a la plancha, cereales en hojuelas, frutas frescas, estudiando la reacción que me produzcan. Lo anoto todo y dejo todo listo para mañana comenzar a elaborar mi plan alimenticio para las próximas semanas.