Hace unos días se ha celebrado el Día Mundial contra el Cáncer de Mama y fué cuando encontré en la Web The SCAR PROYECT.
Con el lema “El cáncer de mama no es un lazo rosa“, el proyecto nos ofrece otra forma de ver la enfermedad, que creo que hace mucho más por ella que los miles de lazos que vemos por las calles ese día. Este proyecto lo componen 100 fotos de mujeres, todas menores de 40 años (la más joven tiene tan solo 18), que han tenido cáncer de mama y a las que han tenido que extirparles uno o los dos pechos. Las fotos, como veréis, son alucinantes, algunas muy duras, pero transmiten tantísima fuerza.
The SCAR Project es, sencillamente, una serie en gran formato realizadas por el fotógrafo de moda David Jay, que tienen como único fin mostrarnos la realidad de una enfermedad que, desgraciadamente, es mucho más cercana y posible de lo que creemos (se diagnostican cada año más de 10.000 casos en mujeres menores de 40 años y es la causa más alta de mortalidad en mujeres entre los 15 y los 40). Ni más ni menos. Pero en mi opinión, conciencia muchísimo más que ninguna campaña que haya visto hasta ahora.
El proyecto pretende concienciar sobre la importancia de la prevención, la esperanza de sobrevivir y en este caso, también hablar sobre cómo lidian estas mujeres con las cicatrices que quedan. Tal y como dicen en la Web del proyecto: “Para estas mujeres, tener sus retratos parecía representar una victoria sobre esta terrible enfermedad. Les ayuda a reclamar su feminidad, su sexualidad, su identidad y su fuerza después de que se les haya robado una parte importante de ellas. Con estas sencillas fotografías, ellas parecían conseguir la aceptación de lo que les había pasado y la fuerza para seguir adelante con orgullo“.
Sus miradas. Quedáos con eso: Con la fuerza bestial que transmiten y el orgullo que expresan por seguir vivas, sin que importe mucho más. La verdad es que es lo que os decía al principio: se te olvida muy pronto cuando las miras la cicatriz que llevan encima.
Las fotos son, fantásticas. La mayoría en blanco y negro, tienen una exposición y composición muy cuidadas. Son muy elegantes y sencillas. Me gustan mucho. El fotógrafo es David Jay, un fotógrafo muy habitual en las revistas de moda internacionales que se metió de cabeza al proyecto cuando una amiga suya fue diagnosticada de cáncer a los 32.
Todo el trabajo está además recogido en un libro, cuyos beneficios irán a parar a la lucha contra el cáncer de mama. El libro cuesta 60 dólares, y podéis encontrarlo en Amazon.
Un gran libro para una gran causa.
Este post se lo dedico a alguien a quien quiero mucho y que este año ha pasado por el trago de vencer esta enfermedad y a todas estas magníficas mujeres que se han puesto delante de una cámara para demostrar que se puede seguir viviendo y que merece la pena luchar por ello.