Un hombre de 40 años, estudiante de criminología, llamado Stephen Griggiths, fue acusado de haber asesinado a tres mujeres que ejercían la prostitución en Bradford (West Yorkshire, norte de Inglaterra).
Al parecer el arma del crimen fue una ballesta. Hecho que explicaría, porque cuando el asesino compareció ante el juez se presentó a sí mismo como “El caníbal de la ballesta”, aunque no hay ninguna prueba de que haya comido la carne de sus víctimas.
Su tesis doctoral se basaba en los homicidios de mujeres, del siglo XIX.
Las víctimas fueron:
Suzzanne Blamires, de 36 años y la encontraron desmembrada en el río Aire (un río cercano a la zona).
Shelley Armitge, de 31 años que desapareció en abril y aún no han encontrado su cuerpo.
Susan Rushworth, de 43 años, que no se le ha visto desde junio pasado aún no han encontrado su cuerpo.
La policía, no vincula a Griffiths con otras mujeres desaparecidas en la zona en los últimos años, pero tiene previsto examinar más adelante esa posibilidad. La prioridad ahora es encontrar los cuerpos de Rushworth y Armitage y acumular pruebas contra el sospechoso.
Algunos diarios han seguido publicando detalles escabrosos sobre su personalidad. Vecinos suyos citados por “The Sun” aseguran que los lagartos que tenía en su casa, como animales de compañía medían hasta 1.2 metros. Un amigo del presunto asesino, asegura que un día vio cómo se tragaba vivo uno de los ratones que criaba en su casa para alimentar a los lagartos.
Durante la comparecencia del acusado, no se divulgó ningún detalle sobre los asesinatos, conforme a la legislación británica.
Furgoneta donde iba el acusado
La policía continúa registrando el edificio donde vive el acusado, cerca de la “zona roja” de la ciudad, así como los jardines aledaños.
Varios medios de prensa aseguran también que Stephen Griffiths, quien usaba el seudónimo Ven Pariah en Internet, compró una ballesta a través de Amazon. Sea por sus estudios o por una fijación personal, su rastro en Internet, en sus cuentas en Amazon y en páginas como Facebook, dan cuenta de su gran interés por la vida de más de 50 asesinos en serie y obras relacionadas con crímenes.
La región de Yorkshire ya fue escenario de 13 asesinatos de mujeres en los años 70, cometidos por Peter Sutcliffe, conocido como el “Destripador de Yorkshire”, condenado en 1981 a cadena perpetua.