No hay nadie que nos haya sabido explicar del todo bien cómo nos hemos metido en esta crisis que actualmente marca nuestro día a día. Es un gran enigma, y al cine le gustan los enigmas. Muchas películas se han hecho ya sobre el tema en estos años, y era de esperar que un viejo guerrillero del cine de protesta, Costa-Gavras, intentara dar su versión. La apuesta es narrar en forma de thriller las peripecias de un banquero con ansias de poder, que pisoteará a compañeros, bancos o países por tal de obtener lo que quiere. Aún con un buen ritmo y buenos actores, el film peca de ser demasiado tópico en sus planteamientos. Todos sabemos lo malos que son los banqueros en nuestro mundo, el film tendría que aportar algo más.
Lo mejor: su apuesta por el thriller la hace entretenida e interesante.
Lo peor: todo es demasiado evidente.